Alejandro Kirk, el mexicano que rompió los estereotipos físicos para triunfar en las Grandes Ligas

Alejandra Jiménez 21 octubre, 2025

Con un físico fuera de lo habitual en el béisbol profesional, el catcher de los Blue Jays de Toronto se ha ganado un lugar en la MLB

 ©Especial - Kirk ha conquistado las grandes ligas a base de disciplina, carácter y una historia de perseverancia que inspira a todo México.

En un deporte donde las estadísticas, las proyecciones y el físico suelen definir las oportunidades, Alejandro Kirk desafió todas las probabilidades.
El pelotero nacido en Tijuana, Baja California, de apenas 1.76 metros de estatura y 111 kilos de peso, logró abrirse paso en la Major League Baseball (MLB) pese a ser subestimado por su complexión y perfil atípico.

Hoy, a los 26 años, Kirk se ha convertido en uno de los catchers más respetados de la Liga Americana, símbolo de constancia y determinación en un entorno que pocas veces perdona a quienes rompen el molde.

“Kirk es un unicornio”: el día que Toronto apostó por él

Era 2016 cuando los Blue Jays de Toronto buscaban talento joven fuera de Estados Unidos.
Con un presupuesto limitado —tras firmar a Vladimir Guerrero Jr. por 3.9 millones de dólares—, el club canadiense solo podía ofrecer hasta 300 mil dólares a nuevos prospectos.

En ese contexto, un scout llamado Dean Decillis se fijó en un jugador distinto: un catcher con reflejos excepcionales, un swing limpio y una sorprendente lectura del juego.

“Puede cachar, tirar, tiene manos rápidas y un swing sencillo. No tiene el físico típico, pero este tipo puede batear, puede batear, puede batear”, diría más tarde Decillis al vicepresidente de scouteo internacional del club, Andrew Tinnish.

Así, los Blue Jays ofrecieron a Kirk un contrato de apenas 30 mil dólares, menos del 1 % de lo que invirtieron en su compañero Guerrero Jr.
La apuesta fue arriesgada, pero resultó brillante.

De la duda al respeto: “Lo que tengo, me lo dio Dios”

Cuando llegó a Florida para entrenar con el equipo, Kirk era confundido con asistentes o empleados del estadio.
Mi físico… obviamente quería ser más alto, tener mejores herramientas. Pero esto es lo que Dios me dio. Nunca lo usé como excusa. Me exigí más que nadie”, relató años después.

El mexicano transformó las críticas en combustible y, tras un accidente automovilístico en 2017 que casi lo deja fuera del juego, volvió más fuerte.
Un año después, bateó .354 con 10 jonrones en 58 juegos en ligas menores, y en 2020 debutó en Grandes Ligas.

El “Capitán Kirk” que conquistó Toronto

La afición canadiense lo adoptó rápidamente como uno de sus ídolos.
Su apellido lo conectó con el mítico Capitán Kirk de Star Trek, y los fans lo convirtieron en un símbolo de orgullo mexicano y de esfuerzo dentro del diamante.

Si Kirk dice algo, más vale escucharlo”, comentó su compañero Chris Bassitt.
“Se ha ganado el respeto. Muchos como él terminan siendo los verdaderos líderes del equipo.”

Hoy, Alejandro Kirk suma dos convocatorias al Juego de Estrellas y es considerado uno de los mejores receptores de la MLB por su capacidad para leer el juego, su control en el bateo y su liderazgo silencioso.

El scout que creyó en él

Casi una década después de haberlo descubierto, Dean Decillis sigue sin haber cruzado palabra con Kirk, pero no oculta su orgullo:

“Los rankings lo ignoraron, pero él aprovechó su oportunidad. Es una gran historia de scouteo, pero sobre todo, una historia sobre alguien que se negó a rendirse.”

La historia de Alejandro Kirk es la de un atleta que rompió con los estereotipos del béisbol moderno, que convirtió sus debilidades en fortalezas y que hoy inspira a toda una generación de peloteros mexicanos a creer en su talento más allá de las apariencias.

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