Karl Bushby: el hombre que lleva 27 años caminando alrededor del mundo por una apuesta

Redacción 8 diciembre, 2025

El viaje imposible que Karl Bushby convirtió en realidad

Karl Bushby
 ©IG, Karl Bushby - La odisea infinita de Karl Bushby: 31.000 millas a pie por una apuesta.

Hace casi tres décadas, Karl Bushby, un exparacaidista británico originario de Hull, Inglaterra, hizo una apuesta en un bar que cambiaría el rumbo de su vida: caminar desde el extremo sur de Sudamérica hasta su hogar, sin usar ningún tipo de transporte para avanzar. Sus amigos no creyeron que fuera posible. Hoy, 27 años después, Bushby continúa demostrando que estaban equivocados.

Todo comenzó en 1998, cuando Bushby se plantó en Punta Arenas, Chile, decidido a iniciar una caminata de 31.000 millas que, según sus cálculos iniciales, le tomaría unos 12 años. Sin embargo, factores inesperados —crisis económicas, pandemias, problemas de visado, conflictos políticos y fronteras hostiles— extendieron su aventura hasta convertirla en una de las travesías a pie más extraordinarias de la historia moderna.

A sus 56 años, sigue avanzando. Actualmente se encuentra en la etapa final de su recorrido y espera llegar a Hull para septiembre de 2026.

 ©Instagram, Karl Bushby - Karl Bushby inició su andar hace más de dos décadas.

Un viaje marcado por obstáculos extremos

Bushby ha atravesado algunos de los territorios más remotos y difíciles del planeta:

  • La Patagonia

  • Los Andes

  • Centroamérica y México

  • Estados Unidos de costa a costa

  • Rusia y Siberia

  • Mongolia y Asia Central

Uno de los episodios más memorables ocurrió en 2006, cuando cruzó a pie el estrecho de Bering —entre Alaska y Rusia— caminando sobre un campo de hielo quebradizo y movible. Solo dos personas han logrado esta hazaña.

 ©Karl Bushby, Instagram - Bushby cruzó a pie el estrecho de Berign.

En Rusia enfrentó detenciones y prohibiciones de entrada que lo obligaron a caminar desde Los Ángeles hasta la embajada rusa en Washington, D.C., para apelar su visa. Lo logró.

En 2024 sumó otro hito: cruzó el mar Caspio a nado, durmiendo cada noche en botes de apoyo.

A lo largo de su viaje, Bushby ha aprendido que, pese a las dificultades, el mundo es mejor de lo que parece. Ha recibido hospitalidad de desconocidos, apoyo económico de gente común y ayuda de comunidades enteras.

“El 99.99 por ciento de las personas que he conocido han sido lo mejor de la humanidad. El mundo es un lugar más amable de lo que a veces imaginamos”, afirma.

Ha enfrentado la travesía casi siempre solo, durmiendo en una tienda o en casas de personas que lo invitan. Solo ha sufrido una lesión grave —una caída que le abrió la muñeca— y algunas enfermedades que lo obligaron a descansar temporalmente.

 ©Instagram, Karl Bushby - Bushby está cerca de regresar a casa.

Un reto físico… y emocional

El viaje no solo ha sido un desafío físico:

  • Ha lidiado con la soledad.

  • Ha visto terminar relaciones importantes por las circunstancias únicas de su misión.

  • Ha tenido que empezar desde cero cada vez que, por problemas de visa, debía volar a otro país temporalmente antes de retomar el punto exacto donde se detuvo.

A veces, comenta, volver al mundo “normal” será tan difícil como la propia caminata:

“Durante los últimos 27 años, mi propósito ha sido levantarme y seguir avanzando. Eso va a terminar abruptamente. Es difícil de aceptar, pero así será”.

 ©Karl Bushby, Instagram - El viaje está cerca de terminar.

Bushby comenzó su odisea con 500 dólares y un sueño improbable. Hoy, sabe que no ha llegado hasta aquí solo. Familias, amigos, donantes, compañías y completos desconocidos lo han mantenido “de pie y avanzando”.

Cuando llegue a casa, quiere dedicar su vida a la educación científica y transmitir lo aprendido:

“Necesitas ver cómo es realmente el mundo y quiénes viven en él. Es una de las mejores educaciones que puedes recibir”.

El final está cerca

Con unos 1.500 kilómetros por recorrer en Europa y una meta emocionalmente abrumadora a la vista, Karl Bushby se prepara para cerrar un capítulo de casi tres décadas.

Su travesía, conocida como la Expedición Goliath, pasará a la historia como uno de los viajes a pie más largos, persistentes y difíciles jamás realizados.

Una apuesta casual en un bar se convirtió en una epopeya humana sobre resistencia, vulnerabilidad y la sorprendente amabilidad del mundo.