¿Manifestantes o saboteadores? Sospechas de infiltrados en protestas contra redadas

Las manifestaciones contra las redadas migratorias del gobierno federal en el área de Los Ángeles se han visto empañadas por una creciente ola de violencia y vandalismo que, según autoridades locales, no proviene de los manifestantes legítimos sino de grupos de agitadores infiltrados.

Durante el fin de semana, protestas pacíficas frente al Ayuntamiento de Los Ángeles y otros puntos del centro de la ciudad derivaron en enfrentamientos con la policía, incendios de vehículos, saqueos y actos de violencia que dejaron al menos 50 personas detenidas y decenas de heridos.

"No son los mismos que ejercen sus derechos de forma pacífica durante el día", declaró el jefe del LAPD, Jim McDonnell, el domingo. "Estos son individuos encapuchados, organizados, que se aprovechan del caos para provocar daños y agredir a la policía".

Entre los incidentes más graves se encuentra el incendio de vehículos autónomos Waymo, la quema de banderas estadounidenses y el lanzamiento de bloques de concreto y fuegos artificiales industriales contra agentes del orden. En una de las escenas más virales, un encapuchado ondeaba una bandera mexicana montado sobre una motocicleta alrededor de un auto en llamas.

La violencia se ha concentrado en el centro cívico de la ciudad, desviando la atención del verdadero objetivo de las protestas: denunciar las redadas masivas de ICE en comunidades predominantemente latinas como Paramount, Huntington Park y Whittier.

Estrategia y provocación

Un video difundido el lunes mostró cómo desde una camioneta se distribuían escudos de alta protección facial entre los manifestantes. Aunque algunos los defienden como equipo de defensa ante balas de goma, otros aseguran que se trata de una operación organizada para escalar los disturbios.

El despliegue de la Guardia Nacional y agentes del Departamento de Seguridad Nacional también ha sido duramente criticado. Testigos como Julie Solís, de 50 años, aseguraron que la intervención de las fuerzas federales fue "una provocación intencional" para justificar el uso de la fuerza.

"Ellos quieren arrestos. Quieren vernos fracasar. Tenemos que ser pacíficos y elocuentes", dijo Solís a L.A. Times.

Sin embargo, los videos muestran cómo, sin previo aviso, tropas federales avanzaron con gas lacrimógeno, granadas de estruendo y balas de pimienta para abrir paso a un convoy de vehículos oficiales.

Cacería de responsables

Las autoridades informaron que entre los arrestados hay personas acusadas de atacar con motocicletas a oficiales, lanzar cócteles molotov y agredir a agentes federales con piedras.

Uno de los casos más buscados es el de Elpidio Reyna, de 40 años, quien fue captado en video arrojando piedras a oficiales federales en Paramount. El FBI ha ofrecido una recompensa de $50,000 por información que conduzca a su captura.

"La cantidad de arrestos hasta ahora será insignificante comparada con los que vendrán", anticipó McDonnell, quien confirmó que se están analizando videos de cámaras corporales y redes sociales para identificar a más responsables.

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