Putin evita responder sobre muerte de civiles en reunión con Trump

La esperada cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin en suelo estadounidense, la primera en una década, dejó imágenes de cercanía y gestos cordiales, aunque también un momento de silencio incómodo ante preguntas sobre un posible alto el fuego en el conflicto ruso.

La escena más comentada se produjo en la pista de aterrizaje de Alaska. Desde la ventanilla blindada de la limusina presidencial, Putin sonrió mientras observaba a las cámaras, en contraste con su habitual semblante rígido. Trump, por su parte, lo recibió con dos palmadas en el brazo, un apretón de manos y un breve paseo conjunto por la alfombra roja antes de subir al vehículo.

Lenguaje corporal: cálido, no gélido

A diferencia de otras cumbres, Putin se mostró erguido y ligeramente inclinado hacia adelante durante la reunión inicial, con las manos entrelazadas, proyectando atención e interés. Analistas de protocolo internacional destacan que en encuentros con expresidentes estadounidenses solía adoptar una postura encorvada, interpretada como señal de desinterés.

En esta ocasión, las cámaras captaron a ambos mandatarios intercambiando algunas sonrisas, aunque Trump mantuvo un semblante más serio durante la mayor parte del diálogo frente a la prensa.

El silencio ante las preguntas

El momento más tenso llegó cuando un reportero cuestionó directamente a Putin: “¿Por qué debería el presidente Trump confiar en usted? ¿Se comprometerá a no matar más civiles?”. El mandatario ruso no respondió y realizó un gesto que pareció indicar que no había escuchado la pregunta.

Poco antes, otro periodista le había preguntado si aceptaría un alto el fuego. Putin volvió a guardar silencio, lo que añadió un matiz incómodo a una cumbre que, al menos en lo visual, había comenzado con un tono conciliador.

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