Castración química: ¿es un buen método contra violadores?

Mabel González 24 noviembre, 2024

En algunos países se usa en los acusados de pedofilia, pero organizaciones de derechos humanos se han pronunciado contra él

 ©Freepik. - La castración química es un método controversial que algunos lugares buscan aplicar.

El próximo gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, propuso a mediados de noviembre implementar la castración química en el estado a todos los ofensores sexuales, algo que ya había propuesto cuando era senador de la República para todo el país, lo cual causó una gran polémica y no se aprobó. Por lo que ahora buscará implementarlo a nivel estatal, cuando asuma la gubernatura. 

Armenta explicó que al proponerlo a nivel nacional los defensores de derechos humanos lo cuestionaron por ello, pero para él es una manera de resarcir el daño, pues algunos salen tras purgar sus condenas, vuelven a atacar. Consideró que además nada se compara con lo que sus víctimas sufren. 

Varios países ya implementan la catración química como castigo para la pedofilia y pederastia, los violadores de menores son sometidos a ella, en otras naciones es una opción voluntaria para los ofensores sexuales. 

¿Qué es la castración química?

 La castración química es un procedimiento médico reversible y temporal, que utiliza sustancias hormonales como el acetato de medroxiprogesterona, cuyo efecto antiandrogénico disminuye los niveles de testosterona, inhibe la libido y, así, controla los impulsos sexuales. Se cree que este es un tipo de esterilización en pacientes con enfermedades como la pedofilia y la pederastia, y que surge como una posible opción para controlarlas.

La importancia del uso de la castración química como tratamiento para estas enfermedades radica en los altos índices de ocurrencia y reincidencia de la violencia sexual contra niños y adolescentes en el mundo. 

Aunque la pedofilia es unop de los delitos más condenados por la sociedad, las asociaciones de derechos humanos cuestinan que se aplique este método pues genera en el paciente efectos secundarios importantes con afectación física y mental.

¿Cómo funciona la castración química?

La castración química se basa en el uso de medicamentos que bloquean la producción de testosterona, una hormona clave en el deseo y comportamiento sexual masculino. Entre los fármacos más comunes se encuentran los antigonadotróficos y los antiandrógenos, que inhiben la acción de la testosterona en el cuerpo. Estos medicamentos se administran en forma de inyecciones, tabletas o implantes, y su efecto dura mientras se sigan tomando, pudiendo revertirse si se suspende el tratamiento.

Aunque el término "castración" sugiere una extirpación física de los órganos sexuales, en la castración química no se realiza ningún tipo de cirugía. En su lugar, se manipula bioquímicamente el cuerpo para reducir la función sexual.

Efectos Físicos

Los efectos de la castración química son notorios y pueden incluir la disminución de la masa muscular, el aumento de la grasa corporal, la pérdida de vello facial y corporal, y la reducción en el deseo sexual. A largo plazo, puede haber efectos adversos más graves, como osteoporosis, disminución de la fertilidad, y alteraciones en el sistema cardiovascular debido a la reducción de testosterona.

Sin embargo, los efectos varían dependiendo del individuo y de la duración del tratamiento. Al ser un tratamiento reversible, los efectos físicos desaparecen en la mayoría de los casos una vez que se suspende el medicamento, aunque algunos daños a largo plazo pueden ser irreversibles.

Efectos psicológicos

En términos psicológicos, los efectos de la castración química pueden ser igualmente profundos. Las personas sometidas a este tratamiento pueden experimentar trastornos emocionales, como depresión, ansiedad, y una alteración en su identidad de género o autoestima. 

La pérdida de la capacidad sexual puede tener un impacto significativo en la salud mental de los individuos, aunque en algunos casos también se reporta una disminución en la agresividad y los impulsos sexuales indeseados.

Aplicación y controversia

El uso de la castración química ha generado un extenso debate legal y ético. En muchos países, se ha propuesto como una alternativa a la pena de prisión perpetua o como una forma de tratamiento para delincuentes sexuales. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y expertos en ética señalan que la castración química podría considerarse una forma de tratamiento coercitivo, violando los derechos fundamentales de las personas.

En algunos países como Polonia, Rusia y algunos estados de EE.UU., la castración química ha sido adoptada para individuos condenados por delitos sexuales graves. En estos casos, se argumenta que el tratamiento puede reducir la probabilidad de reincidencia, ya que disminuye los impulsos sexuales de los delincuentes. Sin embargo, los estudios sobre la efectividad real de la castración química para prevenir la reincidencia en delitos sexuales han mostrado resultados mixtos, con algunos expertos sosteniendo que la intervención no aborda las causas subyacentes del comportamiento delictivo.

¿Es eficaz en la prevención de delitos sexuales?

Los estudios sobre la efectividad de la castración química en la prevención de delitos sexuales han sido variados. Algunos hallazgos indican que, efectivamente, los individuos sometidos al tratamiento tienen menores tasas de reincidencia. 

Sin embargo, estos estudios también señalan que los delincuentes sexuales no siempre actúan motivados exclusivamente por el deseo sexual, sino por una combinación de factores psicológicos, emocionales y sociales.

De hecho, muchos expertos sugieren que en lugar de centrarse en soluciones químicas, el tratamiento de los delincuentes sexuales debería incluir terapias psicológicas y programas de rehabilitación que aborden las causas subyacentes de su comportamiento.