Discurso que Ifigenia Martínez no leyó en la toma de protesta de Sheinbaum por temas de salud

Metzli Escalante 2 octubre, 2024

"Entregar la banda presidencial a la primera presidenta es uno de los mayores honores de mi vida", señaló.

 ©Cuartoscuro. - Ifigenia Martínez con Protección Civil.

Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, entregó la banda presidencial este martes a la nueva mandataria de Mexico, Claudia Sheinbaum. No obstante, no tuvo la oportunidad de pronunciar su discurso por motivos de salud.

La economista de 94 años de edad llegó al Congreso de la Unión en silla de ruedas y con un tanque de oxígeno, por lo que le fue complicado hablar. No obstante, el discurso fue distribuido a medios de comunicación.

¿Qué decía el discurso de Ifigenia Martínez?

Las palabras para la presidenta Claudia Sheinbaum tenían como centro la apertura hacia una nueva era, donde la lucha de las mujeres en el país alcanzó un logró al tener una representante como jefa del Ejecutivo.

Recalcó que el trabajo de millones de mujeres fue exitoso, por lo que la presidenta de la Cámara de Diputados augura un buen presente y futuro para las mexicanas.

De esta forma aseveró que el liderazgo de las mujeres en México se convertirá en una pauta, por lo que exhortó a todos los grupos parlamentarios a trabajar en conjunto para construir un mejor país.

Discurso completo

“Hoy nos encontramos aquí, en este recinto solemne de la democracia mexicana, como testigos de un momento que marca un antes y un después en nuestra historia: la toma de protesta de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer Presidenta de México.

Su llegada a la Presidencia es la culminación de una lucha que hemos atravesado generaciones enteras de mujeres, quienes con valentía desafiamos los límites de nuestros tiempos. Hoy, junto con ella, llegamos todas y abrimos paso a una nueva era.

Yo misma, que he recorrido tantas batallas por la democracia y la justicia, me siento profundamente honrada de presenciar este triunfo histórico. En 1969, formé parte de la Corriente Democrática de izquierda en México, una lucha que, junto a muchas y muchos, iniciamos con la firme convicción de que el cambio verdadero era posible.

Hoy, esas convicciones han rendido fruto. No solo tenemos una Presidenta, sino que se vislumbra un presente donde las mujeres participemos en condiciones de igualdad en la construcción de futuros posibles y deseables para nuestra patria. Ser parte de esta transmisión histórica del Poder Ejecutivo y entregar la banda presidencial a la primera presidenta es uno de los mayores honores de mi vida.

Agradezco profundamente la confianza de mis compañeras y compañeros legisladores para desempeñar este acto simbólico, que representa no solo un punto de inflexión en la historia, sino también el triunfo de nuestros valores: igualdad, justicia y democracia.

Hoy, las mujeres, junto a los hombres, estamos listas para continuar construyendo el país que soñamos. El de un México libre e igualitario. Un país donde el liderazgo femenino dejará de ser la excepción, para convertirse en norma.

Desde esta soberanía, le decimos que no está sola. Que la lucha por la justicia y por la igualdad es de todas y de todos. Y que no descansaremos hasta lograr una democracia plena, donde no haya distinción de género, clase o condición. Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean la fuente de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que enfrentamos.

Hoy, más que nunca, necesitamos tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre nuestras divergencias y construir, juntas y juntos, un país más justo y solidario.

Es tiempo de altura de miras. Es tiempo de construir nuevos horizontes y realidades. Es tiempo de mujeres. Sigamos dejando huella”.