Extradición histórica: Los 6 narcos que podrían ser condenados a muerte en EE.UU.

De los 29 narcotraficantes extraditados desde México a Estados Unidos, al menos seis podrían enfrentar la pena de muerte, según la información revelada por el Departamento de Justicia. Entre ellos destacan Rafael Caro Quintero, histórico capo del Cártel de Guadalajara, y Vicente Carrillo Fuentes, exlíder del Cártel de Juárez.

El fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, afirmó que los extraditados enfrentarán "todo el peso de la ley" y que el gobierno de Donald Trump ha dejado claro que "los cárteles son organizaciones terroristas". En el marco de esta estrategia, el Departamento de Justicia evaluará la posibilidad de aplicar la pena capital en ciertos casos, de acuerdo con la orden ejecutiva 14164, titulada Restauración de la Pena de Muerte y Protección de la Seguridad Pública.

¿Quiénes podrían recibir la pena de muerte?

Según los registros judiciales, seis de los extraditados enfrentan cargos que podrían llevar a la pena máxima:

1. Rafael Caro Quintero (Distrito Este de Nueva York): Acusado del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena en 1985, así como de narcotráfico y crimen organizado.

2. Vicente Carrillo Fuentes (Distrito Este de Nueva York): Exlíder del Cártel de Juárez, enfrenta cargos por homicidio, narcotráfico y lavado de dinero.

3. José Rodolfo Villarreal Hernández (Distrito Norte de Texas): Presunto líder del Cártel de los Beltrán Leyva, acusado del asesinato de un informante del gobierno estadounidense.

4. Andrew Clark (Distrito Central de California): Enfrenta cargos por conspiración para el asesinato y tráfico de drogas.

5. Luis Geraldo Méndez Estevane (Distrito Oeste de Texas): Vinculado a ejecuciones extrajudiciales y tráfico de drogas a gran escala.

6. Martin Sotelo (Distrito Medio de Carolina del Norte): Acusado del asesinato del alguacil adjunto Ned Byrd en 2022. Podría enfrentar la pena de muerte a nivel estatal.

Una extradición histórica

El traslado de estos 29 presuntos narcotraficantes marca un punto de inflexión en la cooperación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado. En años anteriores, las solicitudes de extradición de algunos de estos criminales no fueron atendidas por administraciones pasadas en México. Sin embargo, bajo la directiva de la Casa Blanca y la orden ejecutiva 14157, que clasifica a los cárteles como organizaciones terroristas, el gobierno estadounidense ha intensificado su presión sobre las autoridades mexicanas.

“La era en la que los cárteles dañaban a estadounidenses y quedaban impunes ha terminado”, afirmó el director del FBI, Kash Patel. Por su parte, el administrador interino de la DEA, Derek S. Maltz, calificó la extradición de Caro Quintero como "un triunfo para la familia de Kiki Camarena y para la justicia".

Los 29 extraditados han sido trasladados a diversas jurisdicciones estadounidenses y enfrentarán sus primeros procesos judiciales en los próximos días. Las autoridades han asegurado que, en caso de que la pena de muerte no sea viable en algunos casos, se buscarán sentencias de cadena perpetua.

El caso de Caro Quintero será uno de los más seguidos, dado su historial criminal y su largo tiempo en la lista de los más buscados por la DEA. La expectativa es que los fiscales presionen para la pena máxima, lo que podría sentar un precedente en la lucha contra los cárteles de la droga.

Las audiencias iniciales de los acusados comenzarán la próxima semana en diferentes distritos judiciales de EE.UU.

Cabe resaltar que los comunicados de las autoridades en México y Estados Unidos señalaron que los reclusos fueron entregados y no extraditados, lo que de facto impediría su condena a la pena de muerte, debido a los estatutos vigentes que rigen los tratados de extradición entre ambos países.

El periodista Ioan Grillo sintetizó en una opinión, la magnitud de las históricas extradiciones: "Para quienes no lo entendieron, la extradición masiva de 29 narcotraficantes de México a EE.UU., ignorando sus apelaciones y haciéndolos elegibles para la pena de muerte, es un asunto de gran magnitud y un golpe contundente para los cárteles. ¿Podría ser un punto de inflexión en la guerra contra los cárteles en México?".