Fallece periodista tras presunta negligencia en hospital del IMSS en Mazatlán
El propio comunicador documentó en redes sociales su crítica situación

El periodista Martín Arellano Solorio murió la madrugada del 5 de septiembre en el Hospital General de Zona No. 3 del IMSS en Mazatlán, Sinaloa, luego de permanecer por horas en una camilla en el área de urgencias mientras presentaba síntomas de infarto. Su fallecimiento ha generado indignación debido a que el propio comunicador documentó en redes sociales su crítica situación y la aparente falta de atención médica inmediata.
Arellano fue trasladado desde la madrugada del viernes 4 de septiembre a una clínica del Seguro Social tras una valoración inicial en la Cruz Roja, que no contaba con equipo especializado para tratar su condición. En sus publicaciones en X, antes Twitter, el periodista denunció que se encontraba en una camilla haciendo fila en un pasillo del hospital y que no se había aplicado el código de infarto.
“Necesito ayuda, probable infarto, no hay aplicación de código de infarto, ni puedo moverme”, escribió en un mensaje donde etiquetó a la presidenta Claudia Sheinbaum y al director general del IMSS.
IMSS asegura que el paciente recibió atención
Horas después, el periodista compartió otro mensaje: “Me han trasladado de urgencia al hospital de zona y mi camilla hace fila en un pasillo del @Tu_IMSS en Mazatlán”. El video que acompañó esta publicación mostró el panorama del área de urgencias, reforzando las críticas sobre la saturación hospitalaria.
El IMSS Sinaloa emitió una tarjeta informativa en la que lamentó su fallecimiento y aseguró que Arellano recibió “atención médica especializada en todo momento”. De acuerdo con el comunicado, el periodista ingresó a urgencias a las 16:28 horas del 4 de septiembre con diagnóstico de insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal crónica, descartándose un infarto agudo al miocardio en los estudios iniciales.
Caso causa debate en redes
El instituto detalló que recibió antiagregantes plaquetarios, antihipertensivos, diuréticos y estatinas, además de ventilación mecánica tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. A pesar de maniobras de reanimación avanzada durante media hora, Arellano falleció a las 02:25 horas del 5 de septiembre.
El caso ha provocado indignación entre periodistas y usuarios de redes sociales que cuestionan los protocolos de atención y la saturación del sistema de salud. Mientras el IMSS insiste en que el paciente recibió todo el tratamiento necesario, los mensajes y videos publicados por Arellano momentos antes de su muerte refuerzan las acusaciones de negligencia médica.