La guerra entre el CJNG y el Cártel de Santa Rosa: El origen de la violencia en Guanajuato

La mañana de este 24 de octubre Guanajuato fue el foco mediático del país, pues dos autos con explosivos estallaron, uno frente a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Acámbaro y el otro el municipio de Jerécuaro, dando una muestra de la violencia en la que está sumido el estado y prendiendo las alarmas para el nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum. 

Guanajuato, ubicado en el centro del país, ha experimentado una alarmante escalada de violencia en los últimos años, posicionándose entre los estados más violentos de México. Es de recordar que en la historia se había comportado como una entidad pacífica, sin embargo, factores como la presencia de grupos del crimen organizado, quienes compiten por el control del territorio y la poca efectividad que tienen las políticas públicas para combatir esto, hacen que sea un sitio que es sinónimo de violencia. 

¿Por qué Guanajuato es un estado violento?

La Disputa por el control territorial entre cárteles

El factor más significativo en el aumento de la violencia la encarnizada entre dos cárteles de gran influencia, es decir, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL). El CJNG es conocido por su expansión agresiva en el territorio nacional, buscando dominar plazas estratégicas para el tráfico de drogas, mientras que el CSRL, cuyo líder fue hasta su captura, José Antonio Yépez Ortiz, alias "El Marro", ha sido particularmente activo en el robo de combustible o popularmente conocido como huachicoleo, lo que le permitió controlar gran parte de la mafia en Guanajuato. 

Otro de los factores que hacen que la violencia sea a tal grado de hasta ser denominada “narcoterrorismo”, es que conforme se van haciendo las capturas de los líderes criminales del Cártel de Santa Rosa, y de otros grupos, lo que ha dejado a las células sin cabeza y genera disputas internas por el control de la organización. 

Aunque las fuerzas del Estado han dado grandes golpes en la zona, como la detención del “Marro” en 2020, eso no ha representado la disminución de los hechos que mantienen a la población sumida en el miedo y que han desplazado a cientos de familias que no ven en su lugar de origen un sitio seguro para su desarrollo, provocando otro grave fenómeno social: el desplazamiento. 

Ciudades como Celaya, Salamanca e Irapuato, que eran grandes generadoras de turismo e industrias, son de las más violentas, ya no solo a nivel nacional, sino a nivel mundial. 

Este 2024, Irapuato estuvo en el lugar 6 de entre las 50 ciudades más violentas del mundo, del World Population Review, mientras Celaya estuvo en el lugar 32 con 81 y 47 homicidios por cada 100 mil habitantes, respectivamente.