México y el cine de terror: una relación llena de sustos y éxitos económicos

Héctor Velázquez 22 diciembre, 2024

La relación entre los mexicanos y este género cinematográfico ha estado presente por mucho tiempo

 ©PEDRO ANZA /CUARTOSCURO.COM - Conferencia de prensa y presentación de la película Belzebuth.

El cine de terror ha encontrado en México un terreno fértil donde las tradiciones, los mitos y las leyendas populares se entrelazan con historias que conquistan tanto al público local como internacional. Este género, que combina elementos culturales únicos con una habilidad para generar ingresos significativos, se ha convertido en una de las cartas fuertes del cine mexicano.

Raíces en la tradición y el folklore

México es un país rico en historias de miedo. Leyendas como La Llorona, El Charro Negro y El Nahual han sido fuente de inspiración para producciones que capturan el interés del público. Estas narrativas no solo exploran el miedo, sino que también reflejan temas universales como el amor, la venganza y la redención, envueltos en una atmósfera mística que conecta con las raíces culturales del país.

Clásicos que marcaron el camino

El cine de terror mexicano tiene una historia que se remonta a la época dorada del cine. Películas como El Vampiro (1957) de Fernando Méndez o La Tía Alejandra (1979) de Arturo Ripstein sentaron las bases para un género que sigue evolucionando. Más recientemente, producciones como La Región Salvaje (2016) y Vuelven (2017) han demostrado que el terror también puede ser un vehículo para explorar problemas sociales como la violencia y la desigualdad.

El éxito económico del miedo

El cine de terror es rentable por naturaleza. Su bajo costo de producción comparado con otros géneros, junto con una audiencia fiel, lo convierten en una apuesta segura para los estudios. En México, películas como Belzebuth (2017) o Kilómetro 31 (2006) no solo han sido éxitos de taquilla, sino que también han logrado reconocimiento internacional, consolidando al país como un referente en el género.

Un futuro prometedor

Con directores mexicanos como Guillermo del Toro, quien ha llevado al terror y la fantasía a un nivel global, el interés por el cine de terror mexicano sigue creciendo. La influencia de estas figuras, combinada con una tradición cultural rica en historias aterradoras, asegura que México continuará siendo un lugar donde el cine de terror no solo asuste, sino también emocione y genere ingresos.

En definitiva, la relación entre México y el cine de terror es una alianza estratégica donde el miedo no solo entretiene, sino también deja un impacto cultural y económico difícil de ignorar.