OCDE mantiene perspectivas económicas moderadas para México hacia 2025
Para enfrentar estos retos, la OCDE recomienda una combinación de políticas fiscales y monetarias
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha ajustado nuevamente sus expectativas de crecimiento económico para México, proyectando un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas un 1.2 % en 2025. Esta cifra es inferior al 1.4 % previsto para 2024 y se mantiene muy por debajo de las estimaciones realizadas a principios de año.
Factores clave detrás de la desaceleración
En su informe más reciente, la OCDE atribuye esta moderación económica a una serie de factores, entre los que destacan:
Demanda interna débil: La desaceleración en el consumo privado, tanto de bienes como de servicios, refleja un menor dinamismo en la generación de empleo formal, especialmente en el sector industrial.
Inversión limitada: La culminación de proyectos de infraestructura en el sur del país y la incertidumbre política y económica han reducido tanto la inversión pública como privada.
Presión inflacionaria: Aunque la inflación ha mostrado cierta desaceleración, los precios en el sector servicios continúan creciendo a una tasa del 5 %, lo que podría dificultar la estabilización económica a corto plazo.
Exportaciones como punto fuerte
En contraste con el debilitamiento interno, las exportaciones mexicanas se mantienen resilientes, impulsadas por la fuerte demanda de bienes duraderos en Estados Unidos. Esto ofrece un respiro parcial en un panorama económico desafiante.
Recomendaciones de la OCDE
Para enfrentar estos retos, el organismo internacional recomienda:
Consolidación fiscal: Reducir el déficit público del 5 % al 3.2 % del PIB en 2025 mediante ajustes en el gasto y en la inversión pública.
Política monetaria prudente: Disminuir gradualmente las tasas de interés, actualmente en 10.25 %, para estimular la inversión y contener la inflación.
Reformas tributarias: Ampliar la base impositiva, aumentar la recaudación de impuestos sobre bienes inmuebles y mejorar la eficiencia de la administración fiscal para financiar proyectos clave como educación e infraestructura.
Nearshoring, una oportunidad latente
A pesar de las dificultades, la OCDE subraya que México tiene la posibilidad de capitalizar el fenómeno del nearshoring, atrayendo inversión extranjera directa hacia sectores de manufactura avanzada y tecnología. Sin embargo, esto requerirá un entorno regulatorio estable y eficiente.
Con un crecimiento proyectado del 1.6 % para 2026, el país podría estar en camino a una recuperación más sostenida, siempre y cuando se implementen políticas sólidas y se fomenten las condiciones para un entorno económico estable.