Violencia paraliza a educación: 34 escuelas cerradas en Apatzingán
El municipio de Apatzingán ha sido escenario de escalofriantes hechos de violencia en las últimas semanas
La violencia que azota Apatzingán, Michoacán, ha impactado gravemente la vida cotidiana de sus habitantes. Enfrentamientos armados, explosivos y cuerpos mutilados son reflejo del clima de inseguridad en la región. La situación ha llevado al cierre de al menos 34 escuelas, dejando a cientos de estudiantes sin clases.
Escuelas cerradas por violencia
La regidora María del Carmen Zepeda Ontiveros, de Morena, informó en una entrevista que las instituciones educativas en comunidades como Loma de los Hoyos, La Puerta de Alambre, y Llano Grande permanecen cerradas. “Están cerradas las primarias, los jardines de niños, los maestros, no está yendo nadie”, declaró al medio Post Data.
De acuerdo con datos de la Unidad de Servicios Regionales Educativos de Apatzingán, los planteles educativos han suspendido actividades debido a los constantes enfrentamientos entre grupos criminales y fuerzas de seguridad.
La regidora señaló que comunidades como El Capire están prácticamente desiertas. Además, recordó que desde diciembre de 2024, algunos pobladores han abandonado sus hogares en busca de refugio en la cabecera municipal o en comunidades vecinas.
Explosiones y hallazgos macabros en Apatzingán
El municipio de Apatzingán ha sido escenario de escalofriantes hechos de violencia en las últimas semanas. Entre el 14 y el 18 de enero, cinco cabezas humanas fueron abandonadas en diferentes puntos del municipio, acompañadas de mensajes dirigidos a los Caballeros Templarios.
A esto se suman enfrentamientos entre grupos delictivos como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Viagras y los Caballeros Templarios, que se disputan el control de la región de Tierra Caliente.
Asimismo, explosiones de minas terrestres han cobrado la vida de al menos tres personas en lo que va del año, aumentando el temor entre la población.
Contradicciones en la estrategia educativa
El pasado 8 de enero, la alcaldesa Fanny Arreola Pichardo aseguró que no se contemplaba la suspensión de clases en el municipio, a pesar del evidente aumento de la violencia. “Por el momento no se tomó la determinación de hacerlo”, afirmó en ese entonces.
Sin embargo, los recientes acontecimientos han obligado a las autoridades educativas y municipales a reconsiderar esta postura, mientras cientos de niños y jóvenes permanecen sin acceso a la educación en una región asediada por el crimen organizado.
En diciembre, Zepeda Ontiveros solicitó al gobierno estatal asistencia humanitaria para las comunidades afectadas, incluyendo Puertecitos, donde la población enfrenta una crisis humanitaria tras el desplazamiento forzado.