¿Quién era Javier Bátiz? El guitarrista que encendió la chispa del rock mexicano
El considerado como pionero del rock mexicano falleció a los 80 años
Javier Bátiz, originario de Tijuana, Baja California, es uno de los nombres imprescindibles cuando se habla de los orígenes del rock en México.
Nacido el 3 de junio de 1944, este virtuoso guitarrista no solo definió el sonido del rock en el país, sino que también dejó un legado musical que marcó a generaciones de artistas.
Considerado un pionero del género, Bátiz fusionó la esencia del blues estadounidense con las raíces y el alma mexicana, creando un estilo único que abrió las puertas para la evolución del rock en el país.
Un prodigio del blues
Desde su juventud, Bátiz mostró un interés profundo por la música, especialmente por el blues, género que lo llevó a explorar su virtuosismo en la guitarra. A mediados de los años 60, en una Tijuana que absorbía influencias del rock y blues provenientes de Estados Unidos, formó su primera banda, Los TJ’s, que rápidamente ganó notoriedad tanto en México como en la región fronteriza.
Su sonido era crudo, poderoso y profundamente emotivo, inspirado en figuras legendarias del blues como B.B. King, Chuck Berry y Muddy Waters, pero con un toque propio. En una época donde el rock mexicano apenas empezaba a surgir, Bátiz representó una bocanada de aire fresco. Su habilidad para interpretar el blues y adaptarlo al público mexicano lo convirtió en un puente entre los sonidos extranjeros y las nuevas generaciones de músicos nacionales.
El maestro de los grandes
Javier Bátiz no solo fue un gran intérprete, sino también un maestro para muchos. Uno de sus alumnos más destacados fue Carlos Santana, quien aprendió de Bátiz las bases del blues y el soul que luego adaptaría a su estilo.
Santana, quien alcanzó fama mundial, nunca ha dejado de reconocer a Bátiz como una de sus principales influencias y lo describe como su mentor y uno de los mejores guitarristas que ha escuchado.
El sonido que cambió el rock mexicano
El estilo de Bátiz rompió con los moldes establecidos. Mientras en los años 60 la escena musical mexicana estaba dominada por las baladas y los covers de éxitos estadounidenses, él apostó por un sonido más auténtico y arriesgado. Incorporó solos de guitarra intensos, riffs que parecían hablar y letras cargadas de emociones, creando un rock con identidad propia.
A lo largo de su carrera, Bátiz lanzó discos que se convirtieron en clásicos, como La Casa del Sol Naciente y Blues. Su capacidad para reinventarse, siempre fiel a sus raíces, lo mantuvo vigente a pesar de los cambios en las tendencias musicales.
En palabras de Carlos Santana: “Javier Bátiz fue quien me mostró cómo se sentía el blues. Su música no solo se escuchaba, se vivía. Él me enseñó a hacer hablar a la guitarra”. Y en eso, Javier Bátiz ha sido y seguirá siendo insuperable.