De amigos a rivales: la disputa de Verástegui y Milei que exhibe la fractura en la nueva derecha
La Conferencia de Acción Política Conservadora se canceló en la Ciudad de México tras la polémica
Lo que prometía ser una nueva vitrina del poder ultraconservador en la región terminó en crisis: la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) pospuso su edición prevista para noviembre en México, tras una polémica desatada por su principal promotor, el actor Eduardo Verástegui, quien llamó “traidor” al presidente argentino Javier Milei.
La disputa no solo canceló uno de los eventos más importantes del conservadurismo global, sino que dejó al descubierto las fracturas internas en la nueva derecha latinoamericana, dividida entre los sectores religiosos tradicionales y los movimientos libertarios que hoy ganan terreno.
La cumbre de la derecha global
La CPAC es la cumbre insignia del movimiento ultraconservador fundado en Estados Unidos, impulsado por figuras como Donald Trump y su exasesor Steve Bannon. Su versión mexicana, organizada por Verástegui desde 2022, buscaba consolidar una red regional “provida y profamilia” con aliados en Brasil, España, Chile y Argentina.
En su edición previa, el foro reunió a políticos como Eduardo Bolsonaro, Santiago Abascal y al propio Milei, quien entonces participó como diputado invitado. El objetivo era claro: fortalecer una agenda común en defensa de la familia, la religión y el libre mercado frente a los gobiernos progresistas.
“Libertarios chiflados y promiscuos”
Pero la alianza se quebró. Días antes de las elecciones legislativas argentinas, Verástegui publicó en redes que su país necesitaba “una derecha real, no una derecha tutifruti, sino una derecha provida, profamilia y defensora de las libertades fundamentales”, para luego rematar: “Hoy pierde el traidor de Milei”.
El comentario provocó una ola de críticas por parte de seguidores del presidente argentino, quienes acusaron al mexicano de intolerancia y fanatismo religioso. Ante la reacción, Verástegui aseguró que lo suyo fue “una diferencia de opinión que se transformó en una batalla ideológica y espiritual”.
Una derecha dividida
La confrontación dejó ver el choque entre dos visiones que coexisten —y ahora colisionan— dentro de la nueva derecha latinoamericana. Por un lado, los sectores ultraconservadores religiosos, centrados en la moral y la familia tradicional. Por otro, los libertarios de corte económico, como Milei, que defienden la libertad individual por encima de cualquier dogma.
Mientras Verástegui apela al catolicismo y a la “defensa de la vida desde la concepción”, Milei se define como anarcocapitalista, con un discurso más secular, contrario al aborto pero sin una agenda moralista. Esa diferencia ideológica se ha vuelto irreconciliable.
México, un tablero estratégico
El aplazamiento de la CPAC en México fue anunciado oficialmente por la organización estadounidense, que pospuso el encuentro para marzo de 2026 en Texas. Sin embargo, fuentes cercanas al movimiento reconocen que el conflicto entre Verástegui y Milei tensionó los apoyos y financiamientos para realizar la cumbre.
México había sido elegido como sede clave por su peso político y religioso en la región, pero la polémica mostró que las derechas latinoamericanas, pese a su discurso común, no son un bloque homogéneo.
Una batalla por el liderazgo
Verástegui, quien busca posicionarse como líder del conservadurismo mexicano con respaldo de Trump, y Milei, convertido en referente de la derecha libertaria global, representan hoy dos polos opuestos que compiten por influir en la narrativa política del continente.
Lo que comenzó como una diferencia personal terminó exponiendo la fractura ideológica de los movimientos que, hasta hace poco, compartían escenario y causas. Una batalla que no solo enfrenta a dos figuras, sino a dos visiones de la derecha que buscan conquistar América Latina.