Descubre infidelidad de su novio en un bar; muerde a la ‘otra’ y le arranca un dedo
La atacante fue detenida y puesta en libertad provisional con cargos
Una mujer fue detenida luego de protagonizar una violenta agresión en la que arrancó parte del dedo de otra mujer durante una pelea por celos. Los hechos ocurrieron en el exterior de un club nocturno ubicado en la calle María Lostal, en pleno centro de Zaragoza
De acuerdo con la información proporcionada por la Policía Nacional, la agresora sorprendió a su pareja besándose con la víctima, lo que desencadenó una pelea. Durante el altercado, la atacante mordió con tal fuerza uno de los dedos de la otra mujer que le desprendió una parte.
El fragmento arrancado no pudo ser recuperado en el lugar, por lo que los médicos descartaron la posibilidad de reimplante. La víctima fue trasladada de inmediato a un centro hospitalario, donde confirmaron la pérdida irreversible.
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Intervención policial e investigación abierta
La Policía Nacional acudió al lugar tras recibir una llamada de emergencia por la pelea. Al llegar, los agentes detuvieron a la presunta agresora, quien fue puesta a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia.
El juzgado decretó su libertad provisional con cargos, mientras continúa la investigación por un posible delito de lesiones graves. Varios testigos que presenciaron el incidente fueron identificados por las autoridades y podrían ser llamados a declarar en las próximas etapas del proceso judicial.
Fuentes policiales confirmaron que el móvil del ataque fue un episodio de celos y que el entorno donde ocurrió es una zona de alta concurrencia nocturna.
La investigación sigue en curso y no se descartan nuevas diligencias. Las autoridades evalúan tanto las responsabilidades penales como las consecuencias médicas y psicológicas del caso.
Otro ataque motivado por celos
Este tipo de ataques motivados por celos no son un hecho aislado. En Arica, Chile, una mujer boliviana mordió a su pareja durante una discusión y le arrancó parte de la lengua mientras intentaban reconciliarse. El fragmento fue llevado a urgencias, pero no se logró reimplantar.
Casos como estos reflejan cómo los conflictos personales, en contextos de relaciones afectivas, pueden escalar a niveles de violencia extrema con consecuencias físicas irreversibles.
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