El Ejército de EE.UU. y los videojuegos: una nueva forma de reclutar a jóvenes marines

Héctor Velázquez 27 noviembre, 2024

La milicia estadounidense considera que los posibles jóvenes reclutas se encuentran en el mundo de los videojuegos

 ©EFE/ Rostyslav Averchuk - Grafiti de un soldado ucraniano en una calle de Kiev.

Estados Unidos es un país con muchas particularidades. A lo largo de la historia, ha sorprendido a otros gobiernos por cómo se llevan a cabo las cosas en su territorio.

Desde los espectáculos hasta el ámbito político, a veces los estadounidenses parecen no distinguir las diferencias entre ambos terrenos de la vida pública, motivo por el cual se terminan mezclando.

Un ejemplo de esto puede verse reflejado en una táctica que ha sido utilizada recientemente por el ejército del país de las barras y estrellas para reclutar a más personas que quieran unirse a sus filas. Como a todos les llega la modernización, los marines decidieron tirar a la basura los folletos impresos y comenzar a usar los videojuegos como una nueva forma de propaganda.

La Armada y los e-sports

La Armada Norteamericana cuenta con una unidad especializada en e-sports, encargada de jugar con adolescentes en línea para así promover el reclutamiento militar.

El teniente Aaron Jones, quien lidera al equipo de videojugadores castrenses, mencionó que, durante 2019, el ejército analizó a conciencia cómo se estaban administrando los activos de reclutamiento. Llegaron a la conclusión de que aún no habían buscado en un terreno que consideraron bastante fructífero: los juegos en línea.

¿Es legal esta práctica? Sí, aunque muchas personas la perciben como algo cuestionable, y tienen motivos para ello.

Millonario presupuesto destinado a videojuegos

Este esfuerzo consume alrededor del 5% del presupuesto militar, destinado principalmente al marketing. Según The Guardian, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, los recursos destinados a los soldados gamers sobrepasaron los 4 millones de dólares.

Alexandra Ocasio-Cortés, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., incluso propuso prohibir que se pudieran aplicar mecanismos de enlistamiento a través de plataformas de streaming de videojuegos como Twitch. Sin embargo, su propuesta fue rechazada.

Por su parte, los militares insisten en que los jugadores de su equipo e-sports no son reclutadores oficiales, además de que el Ejército no tiene permitido reclutar a menores de 17 años. Sin embargo, los streamers están capacitados para dirigir a los interesados a sitios de reclutamiento en línea.

Estrategias en las escuelas

Aunque los reclutadores no pueden enlistar a menores de edad, es cierto que la Armada puede acudir a las secundarias para dar pláticas sobre la vida militar, las cuales sirven como propaganda para el enlistamiento. Jones menciona que su objetivo es: “Disipar mitos y rumores sobre la Marina y dejarles ver que tenemos los mismos pasatiempos y gustos que ellos.”

Esto se debe a la iniciativa "Ningún niño se quede atrás" (NCLB, por sus siglas en inglés), la cual otorgó a los militares acceso a escuelas para realizar estas pláticas. Sin embargo, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) dio a conocer a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que los marines estaban utilizando “medidas coercitivas” para reclutar a menores de 17 años.

Captar interés desde los 13 años

Los soldados estadounidenses son conscientes de que la mayoría de los jugadores de videojuegos tienen edades alrededor de los 13 años, esto según información de The Guardian.

Un un coronel del Ejército, encargado de supervisar el libro del escritor Corey Mead, ‘Jugar a la guerra: videojuegos y el futuro del conflicto armado’, declaró:

“No es a los 17 años cuando un niño empieza a pensar sobre lo que hará con su vida, sino más bien a los 13. No puedes esperar hasta que tengan 17 años, porque para entonces habrán decidido que irán a la facultad o a una escuela de negocios.”

Por su parte, Mead menciona que la relación entre los marines y los videojuegos no es nueva, pues la milicia presta recursos a los desarrolladores de videojuegos con una condición: que estos implementen historias que hagan atractiva la vida militar a través de esos juegos.

La estrategia del Ejército de EE.UU. para utilizar videojuegos como herramienta de reclutamiento refleja cómo las instituciones se adaptan a las nuevas formas de interacción digital, aunque plantea serias preocupaciones éticas, pues se difumina la línea entre entretenimiento y propaganda, destacando la necesidad de regular este tipo de prácticas para proteger a los menores y garantizar decisiones informadas sobre su futuro.