Joaquín Guzmán: Así fue la estrategia del hijo de “El Chapo” para sedar a “El Mayo” y la ruta hacia EE.UU.

Metzli Escalante 2 diciembre, 2025

La trampa perfecta: revelan detalles del vuelo clandestino a Estados Unidos y la sedación de “El Mayo” Zambada

 ©Especial. - Joaquín Guzmán y “El Mayo” Zambada.

La escena ocurrió en cuestión de minutos, pero terminó cambiando la historia del Cártel de Sinaloa. El 25 de julio de 2024, en un rancho de Culiacán, Joaquín Guzmán López —"El Güero", hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán— ejecutó una operación que la Fiscalía de Estados Unidos calificó como un secuestro planeado al milímetro. Su objetivo: entregar a Ismael “El Mayo” Zambada, el capo más longevo e inaccesible del narcotráfico mexicano.

La estrategia, revelada en la audiencia de culpabilidad del propio Guzmán López en una corte de Chicago, mostró un detalle especialmente inquietante: el hijo de "El Chapo" sedó personalmente a "El Mayo" durante un vuelo clandestino que cruzó la frontera hacia Nuevo México.

La trampa: una reunión falsa y una ventana sin cristal

Según las declaraciones del acusado —confirmadas por fiscales como Andrew Erskine—, El Güero citó a "El Mayo" con el pretexto de “resolver una disputa”. El encuentro sería en un cuarto privado, dentro del rancho Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán. Lo que Zambada ignoraba era que Guzmán López había retirado el cristal de una ventana del piso al techo, dejando una entrada secreta para un comando armado.

Cuando ambos quedaron solos, Guzmán López cerró la puerta con llave. En ese instante, varios hombres irrumpieron por la ventana, esposaron a Zambada y le cubrieron la cabeza con una bolsa. Luego lo sacaron por la misma abertura y lo colocaron en el asiento trasero de una camioneta pickup.

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El traslado: 15 minutos hacia la pista clandestina

El propio Guzmán López se subió al vehículo y ordenó conducir durante 10 a 15 minutos hasta llegar a una pista aérea improvisada. Allí esperaba una avioneta privada preparada para despegar de inmediato.

Zambada fue subido al avión aún maniatado, custodiado por los hombres de "Los Chapitos". Minutos después, abordó el piloto y finalmente "El Güero", quien entonces puso en marcha la parte más crítica del plan.

La sedación: la bebida que apagó al capo

Una vez en el aire, rumbo a Estados Unidos, Joaquín Guzmán López preparó una bebida con sedantes. Bebió una parte él mismo —para que pareciera una bebida compartida— y entregó el resto a "El Mayo", quien estaba atado al asiento.

La Fiscalía estadounidense confirmó que Zambada fue sedado antes de aterrizar, un detalle clave que explica por qué no hubo resistencia ni intento de escape durante el trayecto. Además, fiscales señalaron que el propio hijo de "El Chapo" ya admitió que ninguna autoridad estadounidense pidió, aprobó o indujo el secuestro, por lo que no recibirá ningún “crédito de cooperación” que había esperado obtener para él y su hermano Ovidio.

La ruta del vuelo: de Culiacán a Nuevo México en silencio absoluto

Aunque inicialmente se rumoró que la avioneta había salido de Hermosillo, Sonora, la declaración oficial de Guzmán López dejó clara la ruta:

  • Salida: pista aérea cercana a Culiacán, Sinaloa.

  • Cruce: espacio aéreo hacia el suroeste de EE.UU.

  • Destino final: Aeropuerto Internacional de Santa Teresa, en Nuevo México, muy cerca de El Paso, Texas, también conocido como Doña Ana County International Airport.

En ese aeropuerto, autoridades estadounidenses ya esperaban el aterrizaje. Al tocar tierra, tanto Joaquín Guzmán López como "El Mayo" fueron arrestados.

 ©Especial. - Acuerdo Joaquín Guzmán.
 ©Especial. - Acuerdo Joaquín Guzmán.

El trasfondo: beneficios buscados, beneficios negados

Guzmán López confesó que llevó a cabo el secuestro con la esperanza de recibir clemencia en los procesos legales abiertos contra él y su familia. Sin embargo, durante la audiencia, el fiscal Erskine subrayó que ni él ni Ovidio Guzmán obtendrán créditos de cooperación porque Washington no autorizó ni avaló la operación.

Aun así, la captura de "El Mayo" fue aprovechada por fiscales en Nueva York, quienes poco después hicieron que el capo se declarara culpable por tráfico de drogas.

Lo que ocurrió en la finca: muerte y desapariciones

En una carta escrita tras su captura, "El Mayo" reveló que, en el rancho donde fue secuestrado, también se encontraba el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, quien —según él— fue asesinado ese mismo día. La versión contradice el reporte inicial de un ataque en una gasolinera.

Zambada también afirmó que dos de sus escoltas que entraron con él —José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial, y Rodolfo Chaidez— desaparecieron. Sus familias aún los buscan. Investigaciones periodísticas y testimonios mencionan que incluso los escoltas que lo aguardaban afuera podrían haber sido ejecutados.

El destino final del capo más escurridizo

El relato completo de la Fiscalía describe una operación directa, sin balaceras, sin persecuciones y con una precisión quirúrgica:

una trampa, una ventana sin cristal, un vuelo clandestino y un sedante que llevó al capo más buscado de México directamente a manos del gobierno estadounidense.

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