8M: Las mujeres ganan menos que los hombres por trabajo igual ¿de cuánto es la diferencia?

La desigualdad salarial entre mujeres y hombres es una de las formas en las que se manifiesta la violencia sistemática de género. Más allá de ser una simple diferencia económica, representa un obstáculo para la autonomía financiera de las mujeres.

Según Amnistía Internacional, en todo el mundo las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que reciben los hombres por un trabajo de igual valor. Si no se toman medidas para abordar esta desigualdad, se necesitarán 257 años para cerrar la brecha salarial mundial.

En la Unión Europea, las mujeres ganan de media un 12,7% menos por hora que los hombres, mientras que en España, el salario medio de las mujeres es un 18,7% inferior al de los hombres.

Esta disparidad no solo afecta la calidad de vida de mujeres en todas las edades, sino que limita su acceso a educación, salud y oportunidades de crecimiento personal y profesional.

Factores que perpetúan la desigualdad salarial

La brecha salarial es consecuencia de múltiples factores, entre ellos la segregación ocupacional. Las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en sectores peor remunerados, como la educación y el cuidado, mientras que los hombres predominan en áreas mejor pagadas, como la tecnología y la ingeniería.

A esto se suma el llamado "techo de cristal", que impide que más mujeres accedan a puestos de liderazgo y toma de decisiones dentro de las empresas e instituciones.

Otro factor clave es la carga desproporcionada del trabajo doméstico y de cuidado, que sigue recayendo en gran medida sobre las mujeres. Esto limita sus oportunidades de crecimiento en el ámbito laboral y reduce sus posibilidades de negociación salarial.

¿Cómo cerrar la brecha salarial?

Uno de los pasos más importantes es fortalecer la legislación en materia de igualdad salarial y asegurar su cumplimiento. La transparencia en los sueldos también juega un papel fundamental, ya que permite detectar y corregir diferencias injustificadas en las remuneraciones.

Es crucial promover la participación de las mujeres en sectores mejor remunerados, como la ciencia, la tecnología y las finanzas. Para ello, se deben impulsar programas de formación y mentoría que fomenten su acceso a estas áreas desde una edad temprana.

Hacia una sociedad más justa

Cerrar la brecha salarial de género no es solo una cuestión de justicia social, sino también un asunto económico. Distintos estudios han demostrado que reducir esta desigualdad tendría un impacto positivo en el crecimiento global, aumentando el PIB de los países y fortaleciendo la economía.

Si bien en los últimos años se han logrado avances, el camino hacia la equidad salarial sigue siendo largo. Garantizar que las mujeres reciban una remuneración justa y acorde a sus habilidades y experiencia es una tarea urgente que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad. Solo así será posible construir un futuro donde el género no determine el valor del trabajo de una persona.