Asesinatos, visas revocadas y multas: Regional mexicano entre ataques y desafíos
En los últimos meses, varios intérpretes de este género músical han enfrentado varios problemas
Desde hace décadas en la cultura popular de México permeó un género que a la postre se conoció como regional mexicano, que entre otras cosas,habla sobre el narcotráfico, temas conocidos como narcocorridos. Sus intérpretes han sido objetos de violencia que en algunos casos comienza con amenazas y termina en el asesinato. Además, cantar esas canciones los ha hecho acreedores de multas y a otros les ha causado la revocación de su visa estadounidense, obligándolos a cancelar conciertos en el país vecino del norte.
Los rumores de implicación con el crimen organizado se han acentuado con el paso de los años, pues la violencia ha estado presente, cortando carreras brillantes, como la de Valentín Elizalde o Sergio Gómez, vocalista de K-Paz de la Sierra. Otros asesinatos, como el de Trigo Figueroa y Juan Figueroa, hijos de Joan Sebastian, han provocado que se ligue al regional mexicanbo con el narcotráfico. Y aunque no hay pruebas de ello, los hechos recientes comprueban que al menos en la ejecución, sí hay relación.
Todo el contexto anterior, aunado a la situación que se vive en el país, donde hay más de 128,00 personas desaparecidas, una narcoguerra entre los cárteles maps grandes, ha hecho que en varios sitios se prohiban los narcocorridos, imponiendo multas a sus intérpretes. Estados Unidos ha replicado eso, debidos a la crisis de fentanilo que se vive en el sitio, quitando visas a algunas personas.
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Asesinatos en escena
La noche del domingo, Julio Eusebio Labra, vocalista del grupo Conquistadores de la Sierra, fue asesinado a tiros durante una presentación en vivo en el estado de Morelos. Sicarios irrumpieron en el recinto mientras la banda interpretaba canciones norteñas. Labra murió en el escenario. Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido explicaciones sobre los responsables ni el motivo del crimen.
El caso se suma a la desaparición y asesinato reciente de cinco integrantes del Grupo Fugitivo y su representante, quienes viajaban hacia una fiesta privada en Tamaulipas. Francisco Vázquez Osorio, Víctor Garza Cervantes, Nemesio Durán Rodríguez, Francisco Morales Martínez y Livan Solís de la Rosa desaparecieron a mediados de mayo. El único sobreviviente, el vocalista Carlos González, se salvó por haber llegado tarde al lugar.
Días después, las autoridades hallaron restos humanos en un terreno en Reynosa. Aunque se confirmaron nueve detenciones, las familias se enteraron de los hallazgos a través de la prensa y denunciaron que los cuerpos estaban incompletos. El lunes siguiente, se anunció la detención de tres presuntos miembros del Cártel del Golfo vinculados al caso.
Censura y cancelaciones
En paralelo al incremento de la violencia, los músicos también enfrentan sanciones legales. El grupo Los Alegres del Barranco canceló una presentación en Michoacán el pasado fin de semana “por motivos de seguridad”, según confirmó su representante a Billboard. La banda había sido multada semanas antes con 92,000 dólares por cantar un narcocorrido en Jalisco, donde las autoridades los acusaron de apología del delito.
La sanción tuvo consecuencias internacionales: Estados Unidos revocó sus visas, impidiéndoles actuar en el país. Grupo Firme, uno de los conjuntos más populares del regional mexicano, también sufrió la suspensión de sus visas de trabajo y canceló conciertos programados en territorio estadounidense.
Debate sobre los narcocorridos
Las restricciones a los narcocorridos ya se aplican en al menos una decena de estados mexicanos. El tema divide opiniones: mientras algunos sostienen que glorifican el crimen organizado, otros defienden que simplemente retratan una realidad existente en muchas regiones del país.
En este clima hostil, muchos músicos optan por reforzar su seguridad, temerosos de que su arte —y sus vidas— estén en la mira de los cárteles. La música regional mexicana, lejos de ser solo un espectáculo, se ha convertido en un terreno de alto riesgo.
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