Así buscaban a Rubén, el abuelito conductor de Uber que fue hallado sin vida
La búsqueda desesperada de Rubén Díaz: El abuelo de Regina que nunca volvió a casa tras trabajar como Uber
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La voz de Regina Rivera temblaba. Con los ojos llenos de lágrimas, suplicaba ayuda en un video que rápidamente se hizo viral. Su abuelo, Rubén Díaz Valencia, un hombre de 62 años, había desaparecido el 24 de enero de 2025 en la colonia Pedregal de San Nicolás, alcaldía Tlalpan, mientras trabajaba como conductor de Uber. Desde ese día, su familia vivió la peor de las angustias.
"Estas son cosas que uno piensa que nunca le van a pasar"
El último recuerdo que Regina tenía de su abuelo era verlo feliz, escuchando música. Nunca imaginó que esa sería la última vez que lo vería con vida.
Desesperada, usó TikTok y redes sociales para difundir su búsqueda. Su mensaje conmovió a miles:
El video no solo mostraba el amor de Regina por su abuelo, sino el miedo de una familia que sabía que el tiempo corría en su contra.
"Estas son cosas que uno piensa que nunca le van a pasar. Pero ahora estoy aquí, pidiéndoles con todo mi corazón que nos ayuden. Mi abuelo es un hombre respetuoso, cariñoso, con anécdotas chistosas y consejos increíbles. Si lo ven, si saben algo, por favor ayúdenme a encontrarlo".
Solicitamos ayuda para encontrar a Rubén Díaz Valencia conductor de #UBER.
— Crédito Constructor (@C_ConstructorBJ) January 28, 2025
Muchas gracias por su RT. pic.twitter.com/x17vGVUKkq
El último rastro de Rubén: Un viaje sin regreso
Rubén salió de casa aquella tarde como cualquier otro día, subió a su Ford Fiesta 2015 color cereza, con placas 468-ZZN, y comenzó su jornada como conductor de Uber. El último contacto fue a las 17:45 horas de ese mismo día. A partir de ahí, no hubo señales de él ni de su vehículo.
La última señal de su ubicación lo situaba en la zona boscosa de Santo Tomás Ajusco, en la alcaldía Tlalpan. Sus familiares, sin perder la esperanza, recorrieron la zona día y noche, buscando cualquier pista que los guiara hasta él.
Mientras tanto, en redes sociales, Regina dejó un mensaje que estremeció a todos:
“Si por alguna situación del destino alguien lo tuviera privado de su libertad, le pido que por favor piense en mi familia. En mi madre y en sus hermanas, en mí y en mi hermano y mis primos, en sus hermanos y en su esposa. Tengan un poco de humanidad, quédense con el coche, con las tarjetas, con el dinero, con su teléfono, con las cosas materiales, pero devuélvanlo con la gente que lo ama”, insistía la joven.
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El mensaje de Regina no solo conmovió a su círculo cercano. Se hizo viral, y personas de toda la Ciudad de México comenzaron a estar al tanto de su historia. Los usuarios de Twitter, Facebook e Instagram se unieron a su causa, compartiendo el rostro de Rubén, con la esperanza de que alguien pudiera haberlo visto.
El desenlace que nadie quería
Los días pasaron. La incertidumbre se convirtió en desesperación. Finalmente, el 30 de enero, la noticia que nadie quería escuchar llegó: Rubén fue hallado sin vida.
Su cuerpo fue localizado en una zona boscosa del Ajusco, atado de manos y pies, con la cabeza cubierta con cinta adhesiva. La escena dejó claro que fue víctima de un crimen atroz.
Indignación y exigencia de justicia
La noticia conmocionó a la Ciudad de México. Usuarios en redes sociales expresaron su enojo y exigieron justicia, señalando la falta de seguridad en Tlalpan.
"Mientras la ‘alcaldesa TikTok’ hace videos, la gente desaparece en Tlalpan", escribió un usuario.
"No hay vigilancia en esa zona, deberían poner atención en eso", comentaron otros.
La familia de Rubén ahora enfrenta el dolor de su pérdida, mientras las autoridades deben esclarecer quiénes están detrás de este crimen.
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Una historia que nadie debe olvidar
Rubén Díaz Valencia no era solo un conductor de Uber. Era un abuelo amoroso, un hombre trabajador y un ser humano que merecía volver a casa.
La historia de su desaparición y trágico final no debe quedar en el olvido. Su familia, amigos y miles de personas que siguieron su caso en redes sociales ahora exigen justicia.
Porque nadie debería salir a trabajar y no regresar a casa.
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