Captan a hombre robándole la cobija a "Blacky", un perrito de la calle en Iztapalapa

¿Maltrato animal o una necesidad compartida? Cámaras de videovigilancia captaron el momento en que un hombre roba una cobija a un perrito callejero, "Blacky", que duerme regularmente en una caja colocada sobre la banqueta, en la avenida 5 de Mayo del barrio San Ignacio, alcaldía Iztapalapa. Si bien el caso ha generado indignación debido a que ni los lomitos se salvan de los amantes de lo ajeno, lo cierto es que los días pasados las temperaturas bajaron y la lluvia se hizo presente, lo que causó que personas en situación de calle buscarán la manera de atajarse. 

La escena quedó registrada por una cámara de vigilancia el pasado jueves alrededor de las 22:54 horas. En el video, difundido a través de la red social X, se observa cómo un hombre, presuntamente en situación de calle, se acerca a Blacky mientras éste duerme plácidamente sobre su caja y cobija. Después de mirar a su alrededor para asegurarse de que no había testigos, el sujeto tiró de la cobija, obligando al perro a levantarse. 

Ante la sorpresa, Blacky comenzó a ladrarle, visiblemente alterado. El hombre reaccionó con un movimiento brusco del brazo, aparentemente para ahuyentarlo, y se retiró con la cobija en las manos. El perrito, desorientado por la pérdida de su única protección contra el frío nocturno, regresó a su caja. Usuarios en redes sociales identificaron al can como "Blacky", un lomito conocido por vecinos de la zona.

Reacciones en redes

El video ha provocado una oleada de reacciones en redes sociales. Sin embargo, entre los comentarios también surgieron voces que mostraron empatía tanto por el perrito como por el hombre, reflexionando sobre la difícil realidad que enfrentan muchas personas en situación de calle.

Una usuaria escribió: "Se entiende que el hombre quizá iba a dormir en la calle y tenía que cubrirse, pero pudo llevar al perro con él, así los dos no pasan frío y se vuelve su compañía. Pero en fin... quizá el perro consiga más rápido una cobija que el señor, hay que comprender las situaciones."

Otro comentario agregó una visión más amplia del abandono animal y la pobreza: "Me sorprende cómo la gente no ve que el que dejó al perrito en la calle lo dejó a su suerte sin importar quién le pueda hacer daño, y por otro lado el señor no lo lastimó, solo tomó la manta y se marchó. Es difícil pensar que alguien tenga que recurrir a una manta llena de pulgas para pasar la noche. Dios proteja a ese pobre hombre. Y los animales no se abandonan, ellos son de la familia y la familia no los deja en la calle."

El caso no solo provocó indignación, sino también reflexión sobre el abandono de animales y la vulnerabilidad de las personas en situación de calle en la Ciudad de México

Organizaciones de protección animal y ciudadanos han expresado su rechazo ante lo sucedido. Algunos usuarios han solicitado apoyo para el rescate y resguardo de Blacky, quien, a pesar de las condiciones adversas, permanece en la misma esquina donde sucedieron los hechos.

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