Caso Micky Hair: Eduardo "N", principal sospechoso, rompe el silencio y se deslinda del crimen

A unos días del asesinato de Miguel Ángel de la Mora Larios, estilista de 28 años, el principal señalado en la investigación decidió dar la cara. Eduardo “N” apareció en televisión para rechazar de manera categórica cualquier vínculo con el homicidio que conmocionó al mundo de la moda y el estilismo en México.

En entrevista con un noticiario, aseguró que no tuvo participación en el ataque ocurrido la noche del 29 de septiembre, cuando un hombre armado disparó contra De la Mora a las afueras de su salón de belleza ubicado en Presidente Masaryk y Molière.

“No, para nada. Soy una persona que viene de abajo, trabajadora, honesta y leal”, dijo frente a las cámaras, negando que haya ordenado la ejecución.

¿Por qué es sospechoso Eduardo "N"?

El nombre de Eduardo surgió porque el propio Micky Hair lo denunció en septiembre de 2024 por fraude y amenazas. Según documentos que se hicieron públicos, el empresario cobró sumas elevadas por supuestas remodelaciones inconclusas en los salones que el estilista operaba en la Ciudad de México y en Guadalajara.

Esa disputa derivó en medidas cautelares emitidas por la FGJCDMX, que le prohibían acercarse o intimidar al joven. Periodistas como Carlos Jiménez revelaron incluso que en medio del conflicto, Eduardo llegó a amenazar con incendiar el negocio si no recibía un pago.

En su defensa, Eduardo sostiene otra versión, pues aseguró que el distanciamiento no tuvo que ver con obras inacabadas, sino con un adeudo millonario. Según dijo, Miguel de la Mora nunca liquidó un préstamo de 4 millones de pesos, además de 3 millones por servicios de construcción.

Aseguró que la deuda involucró directamente a su familia, pues su padre llegó a prestar dinero al estilista. “Se gana la confianza de mis papás en un viaje y ellos accedieron a prestarle. ¿Me sentí defraudado? Totalmente”, afirmó.

Investigación sigue

La investigación, sin embargo, no ha descartado a Eduardo como posible implicado. El crimen ocurrió en condiciones que levantaron sospechas: los atacantes no robaron pertenencias y en el lugar se halló un recibo de transferencia de 1.7 millones de pesos, lo que abrió nuevas líneas sobre un posible móvil financiero. Cuando fue cuestionado sobre si ese dinero estaba relacionado con él, Eduardo respondió con ironía que “ojalá” lo hubiera recibido.

Los rumores también apuntan a supuestos lazos con el crimen organizado, una versión que él rechazó tajantemente: “Jamás, no tengo nada que ver con eso”. Pese a ello, versiones periodísticas indican que la orden de asesinar al estilista pudo haberse coordinado desde Jalisco, lo que mantiene abiertas distintas hipótesis en la investigación.