Crece en México presencia del Tren de Aragua, peligrosa banda criminal venezolana
Los integrantes de la pandilla incurren en delitos que lastiman a la sociedad, como el tráfico de migrantes y las extorsiones
Como si en México no existiera suficiente violencia por el crimen organizado, ahora nuestro país tiene presencia del Tren de Aragua, la organización criminal más fuerte de Venezuela, que va afianzándose internacionalmente, primero, hacia la frontera con Colombia, luego hacia Chile y Perú. Y ahora, gracias al éxodo masivo de venezolanos, se está extendiendo hacia territorio mexicano y Estados Unidos, particularmente en El Paso, Texas.
Ha comenzado a establecerse en varias regiones, involucrándose en crímenes como extorsión, explotación sexual, secuestro y tráfico de personas. La expansión del grupo se vincula a los flujos migratorios de venezolanos que atraviesan el país en su intento de llegar a Estados Unidos, lo que ha convertido a estos migrantes en víctimas de la extorsión y el control del grupo criminal.
En la Ciudad de México, recientemente se ha reportado la implicación del Tren de Aragua en casos de feminicidio y explotación sexual. Por ejemplo, el asesinato violento de dos mujeres venezolanas en la alcaldía Tlalpan ha sido atribuido a esta organización. El grupo estaría buscando controlar la explotación sexual en la capital del país. Además, las autoridades han identificado a varios presuntos responsables del crimen, quienes también estarían involucrados en otras actividades criminales vinculadas al Tren de Aragua.
El Tren de Aragua ha comenzado a usar tácticas que le han funcionado en otros países de América Latina, como el "gota a gota", un sistema de préstamos ilegales, y la extorsión a migrantes. También opera en el tráfico de personas, utilizando casas de seguridad en las que mantienen a los migrantes hasta poder transportarlos a su destino. Estas casas de seguridad se han identificado no solo en la Ciudad de México, sino también en otros puntos clave en el norte del país, como la frontera con Estados Unidos.
Bajo la mira de autoridades estadounidenses
En una entrevista de Milenio con Landon Hutchens, ex marino que ahora es oficial de relaciones públicas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), dijo que “La mayoría de nuestra actividad criminal de contrabando es de cárteles de México, en nuestra región (El Paso) tenemos tres cárteles principales: La Empresa, La Línea y El cártel de Sinaloa. El Tren de Aragua (de Venezuela) es un grupo nuevo”.
El pasado 7 de octubre fue arrestado Jorgenys Robertson Cova, miembro del Tren de Aragua, por agentes especiales del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) en Houston y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos clasificó al Tren de Aragua como una Organización Criminal Transnacional en julio de 2024, ofreciendo recompensas millonarias por información que conduzca a la captura de su líder, Héctor Rustherford Guerrero Flores (alias "Niño Guerrero"), y otros miembros clave.
Estos criminales han expandido su red hacia México y EE. UU., involucrándose en delitos como tráfico de drogas, explotación sexual y extorsión, utilizando migrantes como medio de expansión.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha intensificado los esfuerzos para combatir a esta organización. Las autoridades fronterizas de EE. UU. han identificado más de 278 casas de seguridad utilizadas por grupos criminales para esconder a migrantes, lo que refleja la gravedad del problema.
El Tren de Aragua
Insight Crime ha hecho un informe completo acerca de la historia de la organización criminal venezolana. El Tren de Aragua nació en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua, bajo el liderazgo del "Niño Guerrero".
La corrupción en el sistema penitenciario venezolano permitió a estos líderes criminales operar libremente, convirtiendo la cárcel en un centro de operaciones del crimen organizado, con comodidades como un zoológico, piscina y un club nocturno dentro del recinto. Esta expansión ha llevado al Tren de Aragua a convertirse en una de las organizaciones más poderosas y violentas en la región.
El gobierno habría entregado el control de algunas prisiones a “pranes”, jefes criminales, donde supervisaban y se beneficiaban de células establecidas en al menos otros tres países suramericanos.
Gracias a los ingresos delictivos y a la libertad que los criminales tenían, dentro de la cárcel se construyó un zoológico, una piscina y hasta un restaurante y un club nocturno. También la “Fundación Somos El Barrio JK”, del Tren de Aragua, recibió recursos y apoyo gubernamental.
Existían pactos de no agresión entre distintas pandillas locales y El Tren de Aragua, pero las cosas cambiaron con el asesinato del líder de una de ellas.
Conforme fue expandiéndose, los delitos también lo hicieron: extorsión, secuestro, trata de personas para explotación sexual, tráfico de migrantes, minería ilegal, contrabando, trasiego de drogas, ciberdelincuencia y robo.
Una vez que comenzó a extenderse hacia Colombia, enfrentó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Ha logrado avanzar hacia Perú y Chile, y esporádicamente se ha hecho presente en Brasil, Bolivia y Ecuador.
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