Del “CJNG” a “Los Viagras”: radiografía criminal de cárteles que operan en Coahuayana, donde explotó un coche bomba

La explosión registrada el pasado 6 de diciembre frente a las instalaciones de la Policía Comunitaria de Coahuayana, no solo dejó un saldo de cinco personas fallecidas, también reactivó la preocupación por la violencia en la región costera de Michoacán.

De acuerdo con autoridades estatales, el estallido se originó en un vehículo utilizado como artefacto explosivo, una modalidad que ya ha sido observada en confrontaciones entre organizaciones criminales en municipios estratégicos.

La zona fue acordonada por personal estatal y federal, mientras que helicópteros de emergencia se movilizaron para trasladar a los heridos a distintos hospitales de la región. La investigación continúa para determinar la causa exacta de la explosión y los responsables del ataque, aunque especialistas consultados señalan que la agresión encaja con patrones reportados en disputas territoriales.

Coahuayana, un municipio pequeño con importancia estratégica para los cárteles

La ubicación de Coahuayana, en el límite entre Michoacán y Colima, lo convierte en un punto de interés para los grupos delictivos que buscan dominar rutas logísticas a lo largo del Pacífico. La presencia de la carretera federal 200, que conecta la franja costera desde Colima hacia otros municipios michoacanos, lo vuelve un corredor fundamental para el movimiento de personas, suministros y cargamentos ilícitos.

Expertos en seguridad han señalado que desde hace al menos cinco años este municipio es escenario de una disputa directa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y células pertenecientes a la estructura conocida como Cárteles Unidos, una coalición variable integrada por grupos como Los Viagras, la Nueva Familia Michoacana, el Cártel de Tepalcatepec y remanentes de los Caballeros Templarios, entre otros.

Según la prensa local, para el CJNG, consolidar su presencia en Coahuayana representa asegurar la entrada y salida hacia la Sierra y la Costa, áreas donde operan laboratorios clandestinos y rutas de distribución de drogas sintéticas. Para sus rivales, mantener el control del municipio significa contener la expansión de esta organización y proteger sus propias redes de operación.

Esta combinación de intereses convierte a Coahuayana en un punto de fricción constante, donde ataques a instalaciones comunitarias, enfrentamientos armados y uso de explosivos han sido reportados en los últimos años.

La presencia criminal en Michoacán: un estado con 17 grupos en operación

De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de Coahuila, en Michoacán operan al menos 17 organizaciones criminales, con diferentes rangos de influencia. Entre los grupos con mayor presencia se encuentran:

• Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): con actividad en 110 de los 113 municipios michoacanos.

• Cárteles Unidos: agrupa a organizaciones como Los Viagras, Nueva Familia Michoacana, Tepalcatepec y otras células locales.

• Los Blancos de Troya: brazo derivado de Los Viagras con presencia en zonas urbanas y rurales.

• Los Correa, Los Tena, Los Reyes, El Cártel de la Virgen.

• Bandas alineadas temporalmente con el CJNG, como Los Pájaros de la Sierra o Los Panchitos, que operan en regiones específicas.

Un ataque que refleja la disputa permanente

La explosión del pasado sábado se suma a otros hechos violentos registrados en los últimos años, como enfrentamientos, ataques a policías comunitarios y el uso de artefactos explosivos.

Autoridades estatales mantienen operativos aéreos y terrestres para reforzar la seguridad, mientras continúa la recopilación de información para determinar el origen del ataque y la participación de grupos delictivos. Se espera que en los próximos días las autoridades den a conocer más información sobre lo sucedido, así como si hubo participación de grupos criminales.