“Jugaban" con una pistola: Así murió David, de 17 años, a manos de su amigo en Coahuila
Le disparó por accidente: tragedia en Matamoros, Coahuila, deja sin vida a un joven de 17 años

Un adolescente de 17 años, identificado como David Israel Espinoza Rivas, murió la tarde del miércoles 4 de junio en Matamoros, Coahuila, tras recibir un disparo accidental por parte de un amigo que manipulaba un arma de fuego.
No, jugar con una pistola no es jugar. Es una forma de violencia aprendida, tolerada y reproducida por una sociedad que no cuestiona cómo menores de edad acceden a armas letales ni quién se beneficia de su circulación. Que un joven de 17 años pierda la vida por un arma en manos de otro menor no es un accidente: es el resultado de un sistema negligente que falla en proteger la vida de sus jóvenes.
El disparo ocurrió mientras "jugaban" con una pistola
Los hechos ocurrieron alrededor de las 15:30 horas, en calles de la colonia Rincón del Valle, de acuerdo con medios locales y nacionales, cuando vecinos alertaron al número de emergencias 911 por una fuerte detonación y un joven inconsciente en la vía pública.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC), David se encontraba en compañía de Sebastián “N”, también de 17 años, al exterior de un domicilio. Ambos comenzaron a manipular un arma de fuego cuando, presuntamente, el arma se accionó de manera accidental, hiriendo a David en la espalda.
La herida fue mortal y no presentaba orificio de salida
Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana acudieron al lugar, pero debido a la gravedad del estado del joven, fue trasladado inicialmente en un vehículo particular a la base de la Cruz Roja, y posteriormente en una ambulancia a la Clínica 83 del IMSS.
Durante el trayecto, David falleció. Los servicios médicos confirmaron que la bala calibre .38 no tuvo salida, lo que complicó su estado clínico y derivó en su muerte.

La madre del joven intentó salvarlo, pero no resistió la lesión
Una vecina del sector relató que se encontraba dentro de su domicilio cuando escuchó el estruendo. Al salir, encontró a David tendido en el suelo, herido, e inconsciente. A su lado estaba Sebastián, visiblemente alterado. Al ser cuestionado, explicó que estaban manipulando un arma cuando esta se disparó accidentalmente.
De inmediato, la madre de David fue notificada y lo trasladó en su vehículo particular a la Cruz Roja. Debido a la gravedad, fue canalizado en ambulancia hacia el IMSS, donde finalmente perdió la vida mientras recibía atención médica.
El presunto responsable fue detenido y puesto a disposición del MP
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Matamoros detuvieron en el lugar a Sebastián “N”, quien no opuso resistencia. Fue puesto a disposición del Ministerio Público especializado en adolescentes, donde se determinará su situación jurídica.
El arma involucrada fue asegurada como principal evidencia. La FGEC abrió una carpeta de investigación y trata el caso como un accidente, aunque las diligencias continúan para esclarecer los hechos y determinar la procedencia del arma.
El cuerpo fue enviado al Servicio Médico Forense
El Servicio Médico Forense (Semefo) realizó el traslado del cuerpo de David para practicarle la necropsia de ley, que confirmará las causas exactas del fallecimiento. Personal de Servicios Periciales y agentes de la Agencia de Investigación Criminal acudieron al hospital para dar fe del deceso.
Decir que “jugaban con una pistola” es minimizar una tragedia profundamente violenta y revelar una normalización alarmante del acceso a las armas en contextos juveniles. Esta narrativa invisibiliza la raíz del problema: la cultura que asocia las armas con poder, masculinidad y control, incluso entre adolescentes.
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