“Laureano”, el árbol centenario que enfrentó un desarrollo de lujo en CDMX

En el corazón de la colonia Tlacoquemécatl Del Valle, en la Ciudad de México (CDMX), un árbol de laurel de la India centenario —bautizado como "Laureano"— se ha convertido en símbolo de resistencia vecinal frente al avance de desarrollos inmobiliarios. Gracias a la presión ciudadana y a una intensa campaña en redes sociales, autoridades ambientales anunciaron que el ejemplar no será talado ni intervenido mientras se realiza una evaluación técnica.

La historia comenzó cuando vecinos detectaron movimientos de obra en el predio ubicado en Miguel Laurent 48, esquina con Fresas, en la alcaldía Benito Juárez. La inmobiliaria Desarrolladora Núcleo Urbano planea construir ahí un edificio de 10 niveles, con departamentos que ya se anuncian en redes sociales por hasta 7 millones de pesos. La construcción ponía en riesgo a "Laureano", cuyas raíces —según activistas— se extienden dentro del terreno.

Protesta ciudadana y campaña digital

Fue Jimena Backal, vecina de la zona, quien lanzó una petición en Change.org para salvar al árbol, señalando que “no es solo un árbol, es un ser vivo con el que los vecinos hemos establecido una simbiosis”. La iniciativa, acompañada por el lema "Ni una sola rama: ¡Laureano no se toca!", ha sumado más de 6,500 firmas.

Las protestas escalaron rápidamente en redes sociales, donde ciudadanos comenzaron a exigir no solo la suspensión de la tala, sino también la prohibición de excavaciones cerca de las raíces del árbol. Activistas denunciaron que las afectaciones subterráneas podrían matarlo sin necesidad de cortarlo.

Reacción de autoridades

El 8 de junio, la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX (Sedema) aclaró que no ha autorizado la tala del laurel ni de ningún árbol fuera del predio. No obstante, vecinos consideraron “tramposo” el comunicado, pues omitía la amenaza que representa la excavación en la zona radicular.

Ante la creciente presión social, Sedema organizó una reunión el 10 de junio con vecinos, funcionarios de la alcaldía Benito Juárez y representantes de la inmobiliaria. El resultado fue contundente: ninguna hoja ni raíz de "Laureano" será tocada hasta que se emitan tres dictámenes técnicos —uno por parte de Sedema, otro de la alcaldía y uno más elaborado por especialistas propuestos por los vecinos.

Declaratoria de “árbol monumental”

Como parte de los acuerdos, Sedema promoverá que Laureano sea declarado "árbol monumental", figura que le otorgaría protección ambiental, social y cultural. La secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles García, explicó que la medida responde al valor simbólico y ecológico del ejemplar, que podría superar los 100 años de antigüedad.

“El árbol no será talado ni derribado. Que quede claro: no está autorizado ningún tipo de intervención sobre Laureano ni sobre los otros cuatro árboles que rodean el predio”, enfatizó Robles García en entrevista con Excélsior tras participar en el foro “Plastic Action Partnership” en la CDMX.

La funcionaria reconoció que, si bien la normativa permite ciertas podas y cortes de raíz en zonas de obra, en este caso se actuará con extremo cuidado y conforme a la ley, pues incluso las podas deben tener justificación técnica.

¿Qué pasará con la obra?

El alcalde Luis Mendoza Acevedo informó a través de su cuenta de X (antes Twitter) que, de ser necesario, el proyecto inmobiliario deberá modificarse para preservar el árbol. La empresa Desarrolladora Núcleo Urbano se comprometió públicamente a no reanudar ninguna obra relacionada con el desarrollo hasta que se emita un fallo técnico definitivo.

Además, la constructora solicitó autorización solo para estabilizar las excavaciones ya realizadas, ante el riesgo estructural en el terreno.

Sedema también dialogará con instancias como Spotmet y otras dependencias de la CDMX para garantizar que el nuevo desarrollo no afecte el ecosistema del predio. Según los vecinos, más árboles podrían estar en riesgo si no se toman medidas de protección.

Guardia ciudadana y vigilancia permanente

Vecinos formaron un colectivo de defensa del arbolado urbano y organizaron guardias permanentes frente al predio. Además, realizaron una clausura simbólica de la obra para impedir cualquier intervención no autorizada.

“Laureano se queda”, celebraron los activistas tras la reunión con autoridades. Aunque aún falta que se emitan los dictámenes técnicos, consideran que la declaratoria de “árbol monumental” es un paso clave hacia la preservación definitiva del ejemplar.

“Seguiremos vigilando y exigiendo transparencia”, advirtieron, al tiempo que agradecieron la disposición de Sedema y la alcaldía para frenar cualquier daño irreversible.

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