Macabro hallazgo en Jilotzingo: descubren fosa clandestina en límites con Isidro Fabela y Atizapán

Alejandra Jiménez 17 octubre, 2025

Uno de los cuerpos fue identificado gracias a su INE; las autoridades investigan la posible relación con desapariciones recientes en la región

 ©Especial - El paraje Los Gallos es una zona boscosa y de difícil acceso, situada en el límite entre Jilotzingo, Isidro Fabela y Atizapán de Zaragoza.

El hallazgo de una fosa clandestina con al menos cuatro cuerpos en el paraje conocido como Los Gallos, ubicado entre los límites de Jilotzingo, Isidro Fabela y Atizapán de Zaragoza, ha encendido las alarmas en la región noroeste del Estado de México, una de las zonas más golpeadas por la violencia y la desaparición de personas en los últimos años.

El Ayuntamiento de Jilotzingo confirmó el descubrimiento tras un operativo coordinado entre Seguridad Ciudadana, Protección Civil y la Fiscalía de Homicidios del Estado de México (FGJEM), luego de recibir una serie de reportes anónimos al C4 que alertaban sobre movimientos sospechosos en la zona boscosa.

El hallazgo: de una denuncia vecinal al descubrimiento macabro

De acuerdo con el comunicado oficial del municipio, el primer reporte sobre actividades extrañas en Los Gallos fue recibido hace aproximadamente mes y medio, cuando autoridades ejidales del Ejido de Santa Ana notificaron la existencia de una fosa cubierta con una barda improvisada.

En ese momento, se realizó una inspección sin encontrar indicios claros de un delito. Sin embargo, un nuevo aviso reciente llevó a los agentes a revisitar el lugar, donde se encontraron señales evidentes de alteración del terreno y una puerta colocada de forma clandestina para ocultar el acceso.

Tras remover la tierra, las autoridades confirmaron el hallazgo de cuatro cuerpos, tres de ellos en avanzado estado de descomposición. Los primeros peritajes indican que las víctimas serían hombres de entre 20 y 40 años.

Una víctima fue identificada

Entre los restos, las autoridades localizaron un cuerpo con una credencial del INE a nombre de Carlos Eduardo Santiago Martínez, originario del municipio de Atizapán de Zaragoza.
Aunque la identidad aún debe ser confirmada por pruebas genéticas, esta coincidencia ha permitido abrir nuevas líneas de investigación relacionadas con denuncias de desaparición recientes en la zona.

La FGJEM señaló que los peritajes genéticos y forenses se encuentran en curso, y que los resultados preliminares serán entregados en los próximos días. Asimismo, se recabaron muestras biológicas para su cruce con bases de datos de personas no localizadas.

Zona bajo observación: límites entre tres municipios

El paraje Los Gallos es una zona boscosa y de difícil acceso, situada en el límite entre Jilotzingo, Isidro Fabela y Atizapán de Zaragoza, donde la vigilancia policial es prácticamente nula.
Según el gobierno municipal, esta falta de control ha sido aprovechada por grupos delictivos para el abandono de cuerpos o el ocultamiento de actividades ilícitas.

“No hay una presencia constante de seguridad del lado de Atizapán, lo que ha generado que este punto sea vulnerable. Estamos reforzando los patrullajes para impedir que se convierta en zona de depósito clandestino”,
señaló el comisario de Seguridad Ciudadana de Jilotzingo, Víctor Manuel Martínez, en un comunicado difundido en video.

A partir del hallazgo, el municipio implementó un operativo permanente con la participación de elementos de la Guardia Civil del Estado de México, así como la instalación de puestos de control y rondines nocturnos en caminos rurales y zonas boscosas.

Fiscalía amplía las pesquisas

La Fiscalía de Homicidios confirmó que el área fue resguardada y acordonada durante más de 24 horas para la recolección de evidencias y restos biológicos.
Además, se trabaja con equipos caninos especializados en rastreo y unidades de búsqueda de fosas clandestinas, que permanecen en la región.

Fuentes ministeriales consultadas refieren que no se descarta que existan más cuerpos enterrados en la zona, por lo que los peritajes continuarán durante el fin de semana.
También se revisan posibles vínculos con bandas dedicadas al secuestro y extorsión, que han operado en la zona de Atizapán y Nicolás Romero.

Contexto: una crisis de fosas en el Edomex

El hallazgo en Jilotzingo se suma a una serie de descubrimientos similares registrados en el Estado de México.
En 2024, una fosa con 10 cuerpos fue descubierta en Nicolás Romero, lo que llevó al despliegue del Operativo Enjambre, con participación de la Guardia Nacional.
Pese a ello, colectivos de búsqueda y organizaciones civiles denuncian que la localización de restos humanos en fosas clandestinas ha aumentado durante 2025, especialmente en municipios colindantes con la CDMX y el Valle de Toluca.

De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, el Edomex se mantiene entre las cinco entidades con más reportes activos, superando los 13 mil casos hasta septiembre de este año.

Colectivos piden acceso y transparencia

Tras darse a conocer el hallazgo, colectivos de búsqueda del Valle de México exigieron a la Fiscalía del Estado acceso al sitio y la publicación de información clara sobre los restos hallados.
La organización Buscando en Vida Edomex advirtió que los procesos forenses suelen tardar meses, y pidió la creación de un mecanismo de identificación inmediata para dar certeza a las familias.

“Cada cuerpo encontrado es una familia esperando respuestas. No queremos más fosas, queremos verdad y justicia”, declaró Patricia Aguilar, integrante del colectivo, en entrevista con medios locales.

Investigación en curso

El Ayuntamiento de Jilotzingo reiteró que cooperará en todo momento con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, y que mantendrá informada a la ciudadanía conforme avancen las investigaciones.
Mientras tanto, la población de la zona se mantiene en alerta y demandan mayor presencia policial ante el temor de que el sitio sea usado por grupos criminales que operan en la región.

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