“Nadie corre a nuestra gente”: mazatlecos protestan por extranjero que humilló a un obrero

Estefanía Arreola 23 abril, 2025

La gente en Mazatlán se congregó frente a la casa del presunto canadiense que corrió a obrero que comía en la banqueta

 ©Especial - Los ciudadanos buscaban que el hombre saliera de su hogar.

La indignación se convirtió en protesta. Decenas de personas se congregaron la tarde de este miércoles frente a la vivienda de un presunto extranjero, en el puerto de Mazatlán, luego de que se viralizara un video en el que se observa al hombre exigiendo a un trabajador de obra pública que se retirara de la banqueta donde comía.

Con música, banderas mexicanas, cláxones y el rugido de motocicletas, los manifestantes tomaron la calle como escenario de protesta. Frente al domicilio, exigieron que el hombre, presuntamente de nacionalidad canadiense, “saliera a dar la cara”. Ninguna persona salió del inmueble.

“¡Aquí nadie corre a nuestra gente!”, gritaban algunos de los presentes, mientras otros ondeaban la bandera nacional y reproducían música popular mexicana a alto volumen. Elementos de la policía municipal arribaron para intentar liberar la vialidad, pero los ciudadanos persistieron en su manifestación pacífica, negándose a dispersarse.

Presunto extranjero humilló a trabajador que comía en la calle

La protesta surgió a raíz de un video difundido en redes sociales, donde se observa al turista extranjero increpar a un obrero que descansaba en una banqueta en la avenida Cruz Lizárraga, esquina con calle Hamm, en el sector Palos Prietos. El trabajador simplemente se encontraba comiendo, cuando fue confrontado por el hombre, quien lo obligó a retirarse.

La escena fue grabada por una testigo, quien denunció el acto como una muestra de discriminación y clasismo:

“Así es como los norteamericanos tratan a nuestra gente (…) ¿Realmente queremos este tipo de gente en nuestro país?”, expresó mientras registraba el hecho.

El video desató una ola de comentarios en redes sociales. Miles de usuarios han condenado el comportamiento del extranjero y exigido a las autoridades garantías para el respeto de los trabajadores mexicanos.

Aunque las autoridades locales no han emitido una postura oficial, la ciudadanía tomó la iniciativa, convirtiendo el enojo digital en una protesta física frente al domicilio del presunto agresor, enviando un mensaje claro: en Mazatlán, la dignidad del trabajador se defiende.