No más banderillas ni instrumentos que causen sufrimiento a los toros en corridas de la Plaza México

La Plaza México, emblemático recinto taurino de la Ciudad de México, no podrá celebrar más corridas de toros que impliquen el uso de instrumentos que causen daño físico o psicológico al animal, según un fallo judicial emitido por una jueza federal. 

Sandra de Jesús Zúñiga, jueza Quinto de Distrito en Materia Administrativa en la capital, concedió un amparo a la organización "Todas y Todos por Amor a los Toros", lo que obliga a la alcaldía Benito Juárez a suspender los permisos para la realización de estos eventos.

La resolución establece que, en caso de que se decida permitir corridas de toros en el futuro, estas no podrán utilizar herramientas como acero, cachetero, puntilla, pinche, puya, pica, muleta o cualquier otro implemento que implique maltrato animal. 

La jueza subraya que la actividad taurina no puede ser considerada como un derecho cultural, debido a que es incompatible con el derecho a un medio ambiente sano y el bienestar animal.

El daño en las corridas

De acuerdo con los estudios forenses realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los toros de Lidia sufren severas lesiones musculares, daños a los órganos, fallo renal, descoordinación motriz y una muerte lenta y dolorosa, provocada por hemorragias o asfixia. Estos estudios revelan que los toros son seres sintientes, capaces de experimentar dolor, miedo, ansiedad, frustración y otros estados emocionales durante la corrida.

La decisión de la jueza se basa en la evidencia científica que demuestra el sufrimiento de los toros en las distintas fases de la corrida. Esta práctica, que incluye el uso de instrumentos como la puya, las banderillas y la espada de matar, está en contra de las buenas prácticas de manejo animal, tanto a nivel nacional como internacional, y plantea serias dudas éticas.

Aunque el fallo aún no es de cumplimiento obligatorio, ya que las autoridades pueden presentar un recurso de revisión ante un Tribunal Colegiado, la resolución refuerza la creciente oposición a las corridas de toros en México, donde la protección animal gana cada vez más fuerza.

El gobierno capitalino, a través de Nelly Antonia Juárez, titular de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios, ha aclarado que las corridas de toros no tienen un arraigo significativo en pueblos, barrios o comunidades indígenas de la ciudad. Sin embargo, en algunas zonas del sur de la capital aún persisten prácticas como el jaripeo y las peleas de gallos.

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