Noroña tiene un nuevo enfrentamiento: Ahora con senador estadounidense por propuesta de impuesto a remesas
Fernández Noroña acusa a Schmitt de injusticia por nuevo impuesto a remesas en EE.UU. y advierte que medida viola acuerdos de no doble tributación
Una serie de declaraciones entre el presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, y el senador republicano estadounidense Eric Schmitt intensificó el debate sobre un nuevo impuesto a las remesas enviadas desde Estados Unidos. El legislador mexicano manifestó su respaldo a migrantes que protestan en Los Ángeles contra redadas migratorias y rechazó el gravamen promovido por Schmitt, que, tras su paso por el Congreso, quedó en 5%.
El proyecto original del senador por Missouri, impulsado bajo el acrónimo REMIT (Exigir Impuestos Especiales sobre las Remesas, en inglés), proponía gravar con 15% las remesas enviadas por trabajadores migrantes. Sin embargo, al no prosperar dicha iniciativa, se estableció un aumento menor, del 3.5% al 5%, cifra que Schmitt celebró en redes sociales como una victoria legislativa.
En respuesta, Fernández Noroña condenó públicamente la medida, calificándola como “injusta” y violatoria del principio de no doble tributación entre ambas naciones. “¿Qué celebra el senador Schmitt? Celebra la imposición de una injusticia que ni siquiera es idea suya”, escribió el legislador mexicano en X, añadiendo que la propuesta “puede y debe litigarse”.
Remesas ya pagaron impuestos
Fernández Noroña argumentó que las remesas ya han sido sujetas a impuestos en Estados Unidos y que imponer un nuevo cargo constituye una doble tributación, lo cual afecta directamente a millones de migrantes que, según dijo, contribuyen activamente a la economía estadounidense. “El senador Schmitt da la espalda a millones de migrantes que pagan impuestos y ahora serían castigados por enviar dinero a sus familias”, declaró.
En una serie de publicaciones en X, el legislador morenista ironizó sobre la postura del senador estadounidense y recordó que la presidenta Claudia Sheinbaum ha sostenido la necesidad de diálogo y respeto en materia migratoria. Incluso cuestionó la validez del festejo del republicano, al considerar que la aprobación del 5% representa una derrota para su propuesta original de 15%.
Por su parte, Schmitt defendió la nueva carga fiscal como una forma de frenar lo que calificó como una “crisis migratoria” alimentada por el envío de dinero al extranjero. “Estados Unidos no es la alcancía del mundo”, argumentó el senador, añadiendo que la única excepción al cobro del impuesto sería para ciudadanos estadounidenses.
El gobierno de México, a través de la presidenta Sheinbaum, expresó su rechazo al impuesto. Durante el proceso legislativo, se envió una delegación mexicana a Washington para intentar frenar la medida. Un segundo viaje fue suspendido tras las acusaciones de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, quien señaló a Sheinbaum de alentar las manifestaciones en Los Ángeles, algo que la mandataria negó tajantemente.
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