El testimonio de un sobreviviente del Rancho Izaguirre: "Si cometías un error, te mataban"
Índira Navarro, líder de Guerreros Buscadores de Jalisco, comparó el adiestramiento con "El Juego del Calamar"

Un presunto campo de exterminio operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha salido a la luz con testimonios escalofriantes de víctimas y familiares, quienes relatan cómo jóvenes fueron reclutados con falsas ofertas de trabajo y posteriormente asesinados en el Rancho Izaguirre.
El predio, ubicado en el municipio de Teuchitlán, fue descubierto por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco y las autoridades. En el lugar, se hallaron cientos de objetos personales —zapatos, ropa, mochilas, libros y carteras— junto con hornos crematorios empleados para desaparecer cuerpos.
Testimonio de un sobreviviente: "Si cometías un error, te mataban"

Índira Navarro, líder del colectivo, describió el rancho como un "campo de concentración". Según los hallazgos y testimonios, la propiedad era utilizada para el adiestramiento de jóvenes reclutados en distintos estados con la promesa de empleo.
"Nos dimos cuenta de que a las mismas personas que llegaban a la central de autobuses las llevaban a este lugar", dijo Navarro a Radio Fórmula. "Pensaban que tendrían una mejor vida, un trabajo con buena paga, pero la realidad era otra".
Navarro relató el modus operandi mediante el cual el crimen organizado logró llevar a cientos de personas al infame lugar. "Les quitan los teléfonos, no tienen oportunidad de despedirse, hacen más o menos una hora en llegar".
Uno de los sobrevivientes contó a Navarro cómo era estar secuestrado en el lugar y lo salvaje de los adiestramientos forzados. "Nos asignan un apodo, ahí no era con nombres, y empiezan a pasar lista. Yo conté como 200 en mi mente. Conforme pasan los días... nos ponían una lona y ahí dormíamos como taquitos, con una cobija para diez personas".

La persona que logró salir con vida del lugar, porque fue transferida a otra plaza para participar en actividades ilícitas del cártel, detalló: "Nos daban comida y agua, todo el día era entrenamiento... Nos decían: 'Aquí vienen a adiestramiento'. Eran hombres y mujeres; muchas no sobrevivían y ahí quedaban...".
"Si cometías un error, te mataban. Había alambres de púas para pasar pecho tierra; si quedabas atrapado, te mataban... Se me figura como 'El Juego del Calamar'", expresó Navarro.
Otro de los testimonios corresponde a la esposa de una víctima que desapareció tras recibir una oferta laboral en Coahuila. “Él trabajaba en alta tensión. Me llamó a las 6 de la mañana y me dijo que ya lo habían contactado del trabajo. Una hora después, su teléfono ya estaba apagado”, relató.
El rancho contenía tres crematorios, distintos a los clandestinos hallados en el pasado. Navarro explicó que no eran simples fosas o estructuras improvisadas, sino instalaciones diseñadas específicamente para deshacerse de los cuerpos.
“Los sobrevivientes anónimos nos contaron que los obligaban a matar, a cavar fosas, hacer una cama de leña, rociarla con gasolina y prender fuego a los cuerpos seccionados”, dijo.
En el sitio también se encontraron altares dedicados a la Santa Muerte y figuras de santería, lo que indica que los perpetradores realizaban rituales en el lugar.

¿Qué encontraron en el rancho Izaguirre?
El 5 de marzo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, en compañía de la Guardia Nacional, ingresaron al rancho tras recibir una denuncia anónima sobre la posible presencia de restos humanos. Durante la inspección se localizaron:
Cinco lotes de restos óseos fragmentados.
400 prendas de vestir, incluyendo calzado y mochilas.
96 casquillos de distintos calibres.
Tres cargadores de arma de fuego.
Tres libros y una libreta.
Una identificación personal.

Según la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas, los restos humanos no solo fueron calcinados, sino que también fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra, dificultando su detección en inspecciones previas.
El fiscal estatal, Salvador González de los Santos, reveló que el rancho Izaguirre había sido inspeccionado en septiembre de 2024, pero en esa ocasión no se localizaron restos humanos. Justificó el resultado al señalar que se trata de “un rancho bastante grande” y que, aunque en ese entonces se detuvieron a 10 personas y se liberó a dos víctimas, la extensión del predio dificultó su revisión completa.
Sin embargo, agrupaciones de familiares de desaparecidos, como Luz de Esperanza, han criticado la falta de exhaustividad en los operativos previos. “Es una constante que los colectivos de búsqueda hallen restos en lugares que ya fueron procesados por la Fiscalía, lo que demuestra que se siguen cometiendo los mismos errores del gobierno anterior”, afirmó su vocero, Héctor Flores.
El Rancho Izaguirre, un sitio de exterminio
Las nuevas pesquisas confirmaron que en el rancho operaban al menos tres hornos crematorios clandestinos. Los hallazgos reforzaron las denuncias previas sobre su uso como un centro de desaparición y eliminación de víctimas del crimen organizado.
Los peritos continúan con las labores en el lugar, mientras el sitio permanece bajo resguardo de las autoridades estatales y federales. La Comisión Estatal de Derechos Humanos no ha emitido hasta ahora un posicionamiento sobre estos descubrimientos.
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