Reforzarán seguridad en Sinaloa, ¿qué desató la ola de violencia en el estado?

Desde hace varias semanas la violencia se desató en Sinaloa, principalmente en su capital, Culiacán, por lo que el sexenio de Claudia Sheinbaum comenzó con esta situación, causada por la guerra interna en el Cártel de Sinaloa que inició por el presunto secuestro y captura de Ismael “El Mayo” Zambada. Resolver esta situación es prioritario, por ello el gabinete de Seguridad, encabezado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, acudió este martes al estado. 

Primero se reunieron con Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, estado que desde el 9 de septiembre es asolado por una rampante violencia. El mandatario estatal y el gabinete de Seguridad abordarán distintos temas para que la crisis termine y los pobladores ya no sigan siendo afectados. Después de la plática debida, tanto García Harfuch como el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla, realizaron un recorrido por las calles de Culiacán. 

Rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad, los secretarios recorrieron las calles del lugar que ha sido testigo de una sangrienta disputa entre las facciones del Cártel de Sinaloa, Los Chapitos —integrada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán– y Los Mayos, encabezada por Ismael Zambada Sicairos, alías “Mayito Flaco”, hijo del “Mayo”. 

Acuerdos tras reunión

De acuerdo con el medio Riodoce, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, anunció que el operativo de seguridad en la entidad será reforzado con la presencia de más elementos de la Guardia Nacional y de fuerzas especiales del Ejército. Decisión que forma parte de un plan para mejorar las estrategias de seguridad y reducir los índices de criminalidad en la región.

El anuncio fue hecho tras una reunión con el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y el Secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, en las instalaciones de la Novena Zona Militar en Culiacán. Durante el encuentro, se discutieron diversas acciones para optimizar la seguridad en Sinaloa, y uno de los principales acuerdos fue la llegada de más fuerzas federales para apoyar en las labores de vigilancia.

Rocha Moya subrayó que, además del incremento en el número de efectivos de seguridad, se fortalecerán las actividades de investigación e inteligencia, lo cual permitirá una mayor capacidad de reacción ante posibles amenazas y situaciones de riesgo. El mandatario confía en que esta colaboración entre los distintos niveles de seguridad contribuirá a la estabilidad en el estado y a la protección de los ciudadanos.

La violencia en Sinaloa

Como muchas otras partes del país, Sinaloa lleva décadas azotado por una espiral de violencia causada por el crimen organizado y las disputas para controlar territorios. Grupos antagónicos son causantes de enfrentamientos, balaceras, desapariciones y ejecuciones, pero la situación cambió desde hace casi un mes, cuando todo eso es perpetrado por un mismo cártel, pero distintas facciones. 

Desde la captura del “Mayo” Zambada especialistas en narcotráfico previeron que habría una guerra tanto como por el control del Cártel de Sinaloa, como por venganza de La Mayiza a Los Chapitos, por la supuesta traición de Joaquín “El Güero” Guzmán López. Pero el tiempo transcurría en tensa calma. 

Asesinatos y desapariciones comenzaron a registrarse, pero no a la escala esperada, ¿la razón? Supuestamente “Mayito Flaco” no contaba con el suficiente presupuesto para enfrentar a los muy bien armados Chapitos. Pero la traición encendió los ánimos, muchos se pusieron en contra del bando que lo hizo y se sumaron a la Mayiza. 

Lo que parecía una guerra silenciosa se transformó en un monstruo ruidoso, las imágenes vistas tanto en la Revolución Mexicana como en la Guerra contra el narco volvieron a aparecer en el estado, narcomantas, cuerpos colgados, restos humanos, narcobloqueos y otras cosas características del crimen organizado aparecían con más frecuencia cada vez. 

Cadáveres quemados, balaceras, levantones, ataques a lugares públicos se apoderaron de Culiacán, en respuesta los cines cerraron, los comerciantes operan con horarios reducidos, nadie quiere ser el siguiente, convertirse en una cifra más de la violencia que el crimen organizado lleva años sembrando. 

Pero el salvar la vida implica perderla un poco, sin ventas no hay ingresos, sin ingresos no hay comida, lo que sí hay para todos es miedo, dolor y desesperanza, pero la llegada de una nueva presidenta les da un nuevo aliento, esperan que atiendan las causas y terminen con la violencia. 

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