Unión Europea, Noruega y Suiza condenan asesinato del sacerdote Marcelo Pérez en Chiapas

Alejandra Jiménez 22 octubre, 2024

Hacen un llamado urgente a las autoridades mexicanas para que generen entornos seguros y favorables para que los defensores de los derechos humanos puedan continuar con su labor

 ©Cuartoscuro - Las organizaciones internacionales coincidieron en que el asesinato representa una grave amenaza contra los derechos fundamentales y subrayaron la necesidad de tomar medidas inmediatas.

La Unión Europea, junto con Noruega y Suiza, emitieron una declaración conjunta en la que condenan firmemente el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, defensor de los derechos indígenas, ocurrido en el estado de Chiapas.

“Condenamos firmemente el asesinato del sacerdote y defensor indígena de los derechos humanos Marcelo Pérez Pérez”, afirmaron las delegaciones en un comunicado. En su pronunciamiento, las autoridades europeas expresaron su solidaridad con los familiares y amigos del sacerdote, así como con la Diócesis de Chiapas.

El homicidio del padre Marcelo, quien era conocido por su trabajo en favor de los derechos de los pueblos indígenas, ha sido catalogado por estos países como un reflejo del alto grado de violencia e intimidación que enfrentan los defensores de derechos humanos en México. Señalaron que su asesinato representa una grave amenaza contra los derechos fundamentales y subrayaron la necesidad de tomar medidas inmediatas.

Exigen protección para defensores de derechos humanos

Las delegaciones de la Unión Europea, Noruega y Suiza hicieron un llamado urgente a las autoridades mexicanas para que generen entornos seguros y favorables para que los defensores de los derechos humanos puedan continuar con su labor sin temor a represalias.

“Instamos a todas las autoridades competentes a proteger a las personas defensoras en México, para que puedan ejercer sus actividades libremente, sin poner en riesgo sus vidas y sin amenazas”, enfatizaron en su declaración.

La preocupación por la creciente violencia en México, en especial hacia defensores de derechos humanos y periodistas, ha aumentado en los últimos años. Las organizaciones internacionales reiteraron que es indispensable evitar que existan “zonas de silencio” donde nadie se atreva a denunciar abusos o injusticias debido al peligro que conlleva.

Este asesinato vuelve a poner en el centro del debate la inseguridad que enfrentan quienes defienden los derechos humanos en México, y la urgente necesidad de protección para evitar que más personas se vean silenciadas por la violencia.