Así nació El Chapulín Colorado, con un traje hecho por su esposa
El tercer episodio de la bioserie muestra el origen íntimo y accidentado del superhéroe latino más querido, creado por Roberto Gómez Bolaños

El más torpe, miedoso y entrañable de los superhéroes nació en un momento de desesperación. El tercer episodio de la serie Sin Querer Queriendo revela cómo El Chapulín Colorado fue ideado por Roberto Gómez Bolaños "Chespirito"cuando su carrera estaba en riesgo y enfrentaba la posibilidad de ser reemplazado en la televisión mexicana.
La dramatización muestra que la idea surgió de una conversación clave con su esposa, Graciela Fernández, y que incluso el traje rojo con la icónica “CH” fue creado en casa, en secreto y contra la voluntad de la televisora.
Un héroe con miedo, pero decidido
El episodio revela que el personaje fue inicialmente llamado El Chapulín Justiciero, una parodia de los superhéroes estadounidenses, diseñado para enfrentar el mal con miedo, pero sin rendirse. Chespirito lo imaginó como chaparrito, con gafas y traje verde, pero los colores cambiaron después de una broma familiar: su hija sugirió el rojo, y el corazón con “CH” nació de un dibujo con las iniciales de Chela (Graciela) y Chespirito.
El traje lo hizo su esposa en casa
La serie también muestra que el primer traje fue cosido a mano por Graciela usando una máquina familiar. El atuendo incluía inicialmente alas, que luego fueron descartadas por incómodas. En una escena clave, se muestra la emoción de Chespirito al probarse el uniforme por primera vez, sabiendo que algo importante estaba por comenzar.
“Etiqueta falsa”: el piloto casi no se transmite
Uno de los momentos más reveladores del episodio es el intento fallido por convencer a la televisora de grabar un piloto. Ante la negativa, Gómez Bolaños decidió actuar por su cuenta: colocó una etiqueta azul falsa que simulaba aprobación, logrando así que el piloto se transmitiera sin autorización.
El episodio fue tan exitoso que incluso los altos ejecutivos —molestos al inicio— terminaron riendo y aprobando el proyecto que se convertiría en un fenómeno televisivo.
Encuentro con Enrique Segoviano
Otro hito retratado es el primer acercamiento entre Chespirito y Enrique Segoviano, quien años después dirigiría El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. La química entre ambos fue inmediata, marcando el inicio de una colaboración histórica en la comedia latinoamericana.
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