¿Podrían los ajolotes ser la clave de la inmortalidad humana? Esto dice la ciencia

Eduardo Vázquez Fuentes 27 enero, 2025

Los ajolotes desafían el envejecimiento con una sorprendente habilidad

 ©Pixabay.com - Los ajolotes pueden regenerar sus extremidades

En una investigación desarrollada por Sarah Philip para National Geographic, se descubrió que los ajolotes poseen una condición única conocida como neotenia, un fenómeno que les impide completar su fase larval a la edad de cuatro años. Aunque alcancen la adultez, siguen conservando la apariencia de su etapa juvenil en un cuerpo más grande.

Gracias a su genética, estos adorables anfibios experimentan pocos deterioros físicos y enfermedades. Como si fuera poco, los ajolotes tienen la sorprendente capacidad de regenerar sus extremidades, cola e incluso órganos a lo largo de sus 21 años de vida.

Los ajolotes y la clave de la inmortalidad

En otras palabras, los científicos consideran a los ajolotes como criaturas que desafían los procesos de envejecimiento, lo que sugiere que un estudio más profundo de su biología podría ofrecer pistas sobre cómo los seres humanos podrían acercarse a la inmortalidad.

Estudiar la genética del ajolote podría inspirar el desarrollo de medicamentos capaces de regenerar células, músculos e incluso extremidades. En este contexto, se abre la posibilidad de frenar el mecanismo del envejecimiento o incluso detener el avance del reloj epigenético.

El reloj epigenético calcula la edad de un organismo según la influencia de factores como el estrés o la dieta afectan la actividad de sus genes, encendiendo o apagando ciertos procesos biológicos.

Para ello, el equipo de investigadores creó un reloj dual que medía el envejecimiento de humanos y ajolotes en igual proporción. Los resultados sorprendieron al mostrar que, aunque ambos seres envejecen de manera similar, los ajolotes tienen la capacidad de frenar este proceso de forma misteriosa.

Los científicos sugieren que la regeneración podría ser la clave de este fenómeno, ya que existe una posible relación entre las habilidades regenerativas del ajolote y su lenta o casi nula percepción del envejecimiento.

En un experimento adicional, el análisis del ADN reveló que las extremidades regeneradas del ajolote son notablemente más jóvenes que el resto de su cuerpo. Es decir, el nuevo tejido parece retroceder a una fase temprana de desarrollo, como si comenzara de nuevo.

Hasta el momento, los científicos siguen asombrados por las sorprendentes capacidades de los ajolotes, lo que ha motivado a continuar con las investigaciones para desarrollar tratamientos que beneficien la salud humana. Sin duda, un animal admirado tanto por mexicanos como por personas de todo el mundo.

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