¿Qué significan los colores del 8M en el movimiento feminista?

Metzli Escalante 8 marzo, 2025

8M 2025: El simbolismo de los colores en la protesta feminista que recorre el mundo

 ©Cuartoscuro. - Protesta del 8M.

Este 8 de marzo de 2025, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha clave para la movilización y la exigencia de igualdad, justicia y el fin de la violencia de género. En la Ciudad de México, uno de los epicentros de la marcha feminista, las calles se llenan de color, reflejando las distintas causas dentro del movimiento.

Pero, ¿qué significan los colores que portan las manifestantes? Te explicamos el simbolismo detrás del morado, verde, blanco y rosa, tonos que han marcado la historia del feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres.

Morado: El color de la lucha feminista

El morado es el tono más representativo del feminismo y tiene sus raíces en la Primera Ola del Feminismo en el siglo XIX. Fue adoptado por las sufragistas inglesas como parte de su identidad visual en la lucha por el derecho al voto y la igualdad.

La activista Emmeline Pethick lo describía como el color de la realeza, representando la dignidad, la justicia y la libertad de las mujeres.

Otro relato vincula el color violeta a un trágico suceso que impulsó las primeras movilizaciones feministas: el incendio de la fábrica textil Triangle Shirtwaist en Nueva York, en 1911, donde murieron más de 140 trabajadoras, en su mayoría jóvenes inmigrantes. Se dice que confeccionaban camisas color lila, y de ahí la relación del feminismo con este tono.

La escritora Gemma Lienas popularizó la metáfora del "cristal violeta", afirmando que es el color con el que debemos ver el mundo para identificar la desigualdad de género.

Rosa: La memoria de las víctimas de feminicidio

En México, el color rosa se ha convertido en un símbolo de protesta contra los feminicidios. Su uso se originó en Ciudad Juárez, la llamada “capital de los feminicidios”, donde en 1993 se documentó el primer caso y, para 2013, el problema se había extendido a nivel nacional.

Uno de los casos más emblemáticos fue el de Campo Algodonero (2001), donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) clasificó el hallazgo de ocho cuerpos de mujeres asesinadas como uno de los feminicidios más brutales de América Latina.

Desde entonces, en Ciudad Juárez se han colocado cruces rosas en memoria de las víctimas, visibilizando la crisis de violencia de género. La tradición se extendió a otros estados, donde los familiares de mujeres asesinadas colocan estas cruces para denunciar la impunidad y exigir justicia.

Verde: El derecho a decidir

El color verde está asociado a la lucha por los derechos reproductivos y la legalización del aborto. Su uso comenzó en Argentina en 2003, con la campaña a favor de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

Actualmente, el pañuelo verde es un ícono del movimiento feminista en América Latina, simbolizando el acceso a una salud reproductiva integral, la educación sexual y el derecho a decidir.

Por otro lado, el pañuelo morado representa la lucha contra la violencia de género en todas sus formas.

Blanco: Un legado de resistencia

El blanco también ha sido parte de la historia feminista desde el sufragismo británico, cuando las manifestantes vestían de este color como símbolo de pureza y pacifismo.

En la política estadounidense, ha sido adoptado por mujeres demócratas para simbolizar la lucha por la igualdad de género. Desde Shirley Chisholm, la primera mujer afroamericana en el Congreso de EE.UU. en 1969, este color ha representado resistencia y unidad.

Además, en Argentina, el pañuelo blanco es un símbolo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes buscan a sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura militar.

Estos colores no solo son tonos en la ropa o pañuelos de las manifestantes, sino símbolos de resistencia, memoria y exigencia de derechos. En este 8M, sus significados resuenan en cada marcha y en cada grito por justicia.

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