¿Quién era Laken Riley y qué le ocurrió? La joven inspiró ley que autoriza deportación de migrantes
La tragedia de la estudiante de enfermería ha dado pie a un intenso debate y se ha usado como bandera política
Una de las leyes migratorias más polémicas y la primera aprobada en la nueva era de Donald Trump ha causado protestas y que asociaciones defensoras de derechos humanos alcen la voz al considerarla estigmatizante, pues con ella se autoriza que todos los migrantes que hayan cometido delitos menores, sean detenidos y con ello se de paso a la deportación. Dicha legislación tiene nombre, rostro y una historia de dolor: Laken Riley, cuyo asesinato conmocionó a Estados Unidos a principios de 2024.
El 22 de febrero de 2024 se dio a conocer un caso que lastimó no solo a la familia y personas cercanas de la joven de 22 años, también a todo un país ya lacerado por la violencia. Luego de que se supiera quién era el responsable del crimen, la tragedia empezó a usarse como bandera política para defender ideologías, como la que está en contra de la migración ilegal, otro de los temas principales que afectan EEUU,. pues el responsable de asesinar a la estudiante de enfermería era un inmigrante venezolano con estancia ilegal.
¿Quién era Laken Riley?
Laken Riley era una estudiante de enfermería de 22 años, oriunda de Woodstock, Georgia. En febrero de 2024, su vida fue brutalmente interrumpida mientras realizaba una de sus actividades favoritas: salir a trotar por los tranquilos senderos del campus de la Universidad de Georgia (UGA).
Laken, quien se encontraba en su último año de estudios y se preparaba para graduarse en 2025, era una joven destacada tanto en lo académico como en el ámbito deportivo. Había sido miembro del equipo de atletismo de su escuela secundaria y, al momento de su asesinato, era activa en la hermandad Alpha Chi Omega de la UGA.
Aquel día, Laken salió a correr por la mañana, como lo hacía habitualmente, y minutos después de iniciar su rutina se encontró con su asesino. Su compañera de habitación reportó la desaparición luego de que no regresara de ejercitarse y así comenzó la búsqueda.
Poco después, su cuerpo fue encontrado sin vida en una zona boscosa cerca del lago Herrick del campus universitario. El asesinato de Riley conmocionó a la comunidad local y se convirtió en un caso que rápidamente traspasó las fronteras del estado, impulsando un intenso debate nacional sobre la inmigración indocumentada.
El asesino, José Ibarra
José Ibarra, un inmigrante venezolano de 26 años, fue arrestado al día siguiente del asesinato de Laken. Ibarra había ingresado a Estados Unidos en septiembre de 2022 de manera ilegal a través de Texas. Tras ser detenido, fue liberado temporalmente mientras su caso migratorio se encontraba en revisión.
Ibarra había sido arrestado previamente por diversos cargos, incluido el intento de daño a un menor en Nueva York y un robo en Georgia. Sin embargo, debido a su estatus migratorio irregular, no fue deportado, lo que generó controversia en torno a su permanencia en el país.
El crimen ocurrió mientras Laken trotaba por el campus, cuando Ibarra la interceptó. La joven intentó defenderse, pero fue golpeada brutalmente en la cabeza con una piedra y asfixiada. De acuerdo con las autoridades, la intención inicial de Ibarra era agredir sexualmente a Riley, pero cuando la víctima se resistió, la mató.
Durante el juicio, las pruebas de ADN, así como imágenes de cámaras de seguridad, confirmaron la culpabilidad de Ibarra, quien fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Ley Laken Riley
La trágica muerte de la estudiante sirvió de catalizador para la creación de la Ley Laken Riley, un proyecto de ley propuesto por el Partido Republicano que busca endurecer las leyes migratorias en Estados Unidos. La propuesta, cuyo nombre rinde homenaje a la joven víctima, exige medidas más severas para los inmigrantes indocumentados que sean acusados de delitos como robo, allanamiento de morada o hurto en tiendas, incluso antes de que se haya demostrado su culpabilidad.
En términos prácticos, la ley autoriza a las autoridades a arrestar y detener a inmigrantes indocumentados en cuanto sean acusados de estos delitos, sin necesidad de una condena firme.
La Ley Laken Riley también otorga a los estados la facultad de demandar al gobierno federal si se libera a un inmigrante indocumentado o si las leyes migratorias no se aplican con suficiente rigor. En este sentido, se propone que los estados puedan demandar al gobierno si se permite la liberación de inmigrantes bajo custodia temporal, como ocurrió en el caso de Ibarra, quien fue dejado en libertad mientras su situación migratoria era revisada.
Controversias y reacciones a la ley
La Ley Laken Riley ha desatado un intenso debate sobre los derechos de los inmigrantes y la seguridad pública. Sus defensores, incluidos legisladores republicanos como Mike Collins, argumentan que la ley es necesaria para garantizar la seguridad de las comunidades y prevenir crímenes como el que le costó la vida a Laken. Collins ha señalado que la ley brinda a las autoridades locales herramientas necesarias para proteger a los ciudadanos y evitar que tragedias como la de Riley se repitan.
Por otro lado, los opositores temen que la ley permita abusos por parte de las autoridades y propicie un ambiente de discriminación racial. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha advertido que la ley podría abrir la puerta a arrestos arbitrarios de inmigrantes basados únicamente en acusaciones no confirmadas, lo que vulneraría principios fundamentales de justicia, como la presunción de inocencia.
La Coalición de Inmigración de Nueva York ha señalado que la ley eliminaría el debido proceso para los inmigrantes y facilitaría la deportación de personas acusadas de delitos menores sin que se haya comprobado su culpabilidad.
Impacto en la familia de Laken Riley
A pesar de la atención mediática que ha recibido el caso, la familia de Laken Riley ha expresado una mezcla de dolor y frustración. Su padre, Jason Riley, ha declarado en varias ocasiones que apoya la necesidad de asegurar la frontera sur de EE.UU., pero también ha manifestado su enojo porque el asesinato de su hija se haya convertido en una herramienta política.
En una entrevista con NBC News, Jason Riley subrayó que, aunque compartía preocupaciones sobre la inmigración ilegal, preferiría que la muerte de su hija no se utilizara con fines electorales.
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