Sin acceso al agua potable 1 de cada 4 personas en el mundo; así afecta esta desigualdad
El estudio de la ONU destaca profundas desigualdades en el acceso al agua y al saneamiento.

A diez años de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el acceso universal al agua potable segura sigue siendo una promesa incumplida. Según un nuevo informe conjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de dos mil millones de personas —una de cada cuatro a nivel global— aún carecen de acceso a agua potable gestionada de manera segura.
El reporte, publicado en el marco de la Semana Mundial del Agua, expone que 106 millones de personas dependen directamente de fuentes superficiales no tratadas, como ríos y lagos, lo que representa un riesgo directo para la salud pública y el desarrollo sostenible.
"Al ritmo actual, la promesa de agua potable y saneamiento para todos los niños está cada vez más lejos", alertó Cecilia Scharp, especialista de UNICEF. "Necesitamos actuar más rápido y con más audacia para llegar a quienes más lo necesitan".
El acceso al agua potable 💧 es un derecho humano básico, pero 1 de cada 4 personas en el mundo aún no lo tiene garantizado.
— Naciones Unidas (@ONU_es) August 27, 2025
Pese a los avances, un nuevo informe de @WHO y @unicefenespanol revela desigualdades persistentes que siguen dejando atrás a las comunidades más… pic.twitter.com/cAe1AOtgpi
Brechas persistentes y desigualdades estructurales
El estudio destaca profundas desigualdades en el acceso al agua y al saneamiento. Las personas que viven en los países menos adelantados tienen el doble de probabilidades de carecer de estos servicios básicos, mientras que los grupos más afectados incluyen comunidades rurales, niños, y minorías étnicas e indígenas.
En regiones como África subsahariana y Asia central y meridional, millones de mujeres y niñas siguen dedicando más de 30 minutos diarios a recolectar agua, a menudo caminando largas distancias para llenar recipientes. Esta carga desigual impacta directamente su salud, educación y oportunidades de desarrollo.
Saneamiento precario y defecación al aire libre
Las carencias no se limitan al agua potable. Según los datos recopilados, 3400 millones de personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias gestionadas de forma segura. De ellas, 354 millones todavía practican la defecación al aire libre, una situación con serias implicaciones sanitarias.
Asimismo, 1700 millones de personas carecen de servicios básicos de higiene en el hogar. Esta falta de infraestructura agrava la propagación de enfermedades y limita el desarrollo integral, especialmente entre adolescentes. En el grupo de 15 a 19 años, muchas jóvenes reportan haber dejado de asistir a la escuela, al trabajo o a actividades sociales durante su menstruación debido a la falta de condiciones adecuadas.
Un objetivo en riesgo
A solo cinco años del plazo establecido para cumplir con los ODS, la comunidad internacional se enfrenta a un panorama preocupante. La ONU advierte que sin un esfuerzo coordinado y urgente, no será posible cumplir el compromiso global de garantizar el acceso universal al agua, al saneamiento y a la higiene.
"Tenemos que acelerar nuestras acciones, especialmente para las comunidades más marginadas", subrayó Rüdiger Krech, del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS. "De lo contrario, corremos el riesgo de fracasar en un compromiso fundamental para la humanidad".
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