Amnistía Internacional exige a EE.UU. frenar la militarización contra migrantes

La organización Amnistía Internacional manifestó su preocupación por la escalada de militarización en la gestión migratoria en Estados Unidos, particularmente en Los Ángeles, donde el expresidente Donald Trump ha ordenado el despliegue de la Guardia Nacional y Infantes de Marina para contener protestas contra las redadas.

En entrevista con Guillermo Ortega para el informativo de NTR, Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional en México, condenó estas acciones y denunció violaciones sistemáticas a los derechos humanos de personas migrantes que ejercen su derecho a la protesta pacífica.

Redadas y represión violan derechos fundamentales

“La militarización está poniendo todavía más tensión en una situación que ya de por sí es tensa”, advirtió Olivares. Señaló que las personas migrantes tienen derecho a manifestarse pacíficamente, y que el uso de fuerzas armadas en protestas es una provocación innecesaria que pone en riesgo la seguridad de quienes ejercen su libertad de expresión.

De acuerdo con Amnistía Internacional, ya se han documentado detenciones arbitrarias, incluso de personas que no participaban en las manifestaciones. “Participar en una protesta no es un acto ilegal, y la mayoría están siendo pacíficas”, sostuvo Olivares.

Riesgos de desapariciones y tortura

La activista alertó que este tipo de operativos pueden derivar en situaciones aún más graves, como el uso excesivo de la fuerza, tratos crueles, tortura e incluso riesgo de desapariciones forzadas. “Cuando hay redadas masivas, se desata un desorden institucional que pone en riesgo todos los derechos de las personas detenidas”, afirmó.

“Las personas migrantes no son el enemigo”

Olivares enfatizó que las fuerzas armadas están entrenadas para combatir enemigos, no para gestionar multitudes, y recordó que los migrantes no deben ser tratados como una amenaza. “La migración es un derecho humano. Las personas migrantes no son un problema: el problema es la desprotección y la violencia institucional”, afirmó.

Además, hizo un llamado a ambos gobiernos, tanto al de Estados Unidos como al de México, a promover la cooperación internacional y proteger a la población migrante en un contexto de creciente discriminación y racismo.

Llamado al diálogo y la desescalada

Amnistía Internacional insistió en que el gobierno de Estados Unidos debe atender el fondo de la protesta: la denuncia de políticas migratorias violatorias de derechos humanos y discursos discriminatorios. “Este no es un momento para escalar la violencia, sino para abrir espacios de diálogo y negociación con los colectivos migrantes”, concluyó Olivares.

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