Así es Lex Ashton: Las palabras con las que lo describen sus compañeros del CCH Sur; "Me daba mala espina"
“Era retraído y tajante”: las frases de compañeros que cobran sentido tras el ataque en CCH Sur

El caso de Lex Ashton, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM, sacudió a México: el joven de 19 años asesinó a su compañero Jesús Israel, de 16, trato de atacar a su novia e hirió a un trabajador del plantel.
La violencia desatada dentro de la Máxima Casa de Estudios ha despertado temor, indignación y un fuerte debate sobre la presencia de comunidades digitales violentas, como los llamados incels, que normalizan la misoginia y celebran la violencia contra mujeres y jóvenes.
“Era retraído y tajante”: los testimonios de sus compañeros
Tras el ataque, estudiantes del CCH Sur compartieron cómo era Lex Ashton dentro del plantel.
Víctor Aldair, estudiante de CCH Sur de la generación 2020-2023, compartió para Fuerza Informativa Azteca que llegó a estar con Lex Ashton en algunas ocasiones, principalmente en temas externos a los estudios, ya que muchas veces convivía con otros compañeros y normalmente el presunto agresor estaba ahí.
¿Cómo era el agresor del #CCHSur?
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) September 24, 2025
El estudiante Víctor Aldair, habló sobre él. Hace unos días Jesús Ismael quien también estudiaba en el colegio, fue atacado por este adolescente.
Video: @karianacn pic.twitter.com/NHa56nEMTS
En redes sociales otra joven escribió: “Pues la verdad yo lo ubique, iba en mi salón y siempre estaba solo... Yo intenté acercarme a él, pero no se podía, él ponía una gran brecha. Entonces, no dudo que perteneciera a éstos grupos ya que era un marginado socialmente”.
Otros coincidieron en que “tenía una vibra rara” y que, aunque parecía tranquilo, era distante: “Yo lo integraba a equipos de trabajo, pero después se aislaba. Algo me daba mala espina”.
“Era muy, pero muy raro, yo la verdad me llegue a acercar a él varias veces por buena onda, ya qué nunca lo veía con nadie, e incluso llegue a hacer equipo con él ya que de vez en cuando se me acercaba pidiéndome integrarlo, nunca tuve problema”, escribió un participante del grupo de Facebook dedicado al CCH Sur.
La comunidad estudiantil no solo recordó su comportamiento extraño, sino que exigió a las autoridades mayores medidas de seguridad dentro del plantel, como revisiones al ingreso para resguardar la integridad de las y los alumnos.

La conexión con los incels
Lex Ashton fue identificado en diversos grupos de Facebook relacionados con comunidades incel (involuntary celibates o célibes involuntarios).
En estos foros, donde abundan expresiones de odio contra mujeres, Lex Ashton fue celebrado como “héroe” y “ejemplo a seguir”. En un grupo llamado Farmacia Curincels, aparecieron mensajes que lo nombraban “general” y “líder”, calificando su ataque como un acto de retribución.
En la ideología incel, la “retribución” significa vengarse de mujeres y hombres “populares” (chads) a quienes responsabilizan de sus frustraciones sexuales y afectivas.

Las señales ignoradas
Horas antes del ataque del lunes 22 de septiembre, Ashton publicó en Facebook fotografías con navajas, un hacha, una guadaña y gas pimienta, además de mensajes que anticipaban la violencia:
“Ya estoy harto de este mundo, nunca he recibido el amor de una mujer y me duele. Los chads disfrutan y yo no”.
“No pienso irme solo… voy a retribuir a todas esas malditas, todos lo van a ver en las noticias”.
“Gracias a los brocels que me apoyaron con la idea, son lo único que voy a extrañar”.
En WhatsApp y Reddit también mostró su enojo contra las mujeres y su identificación con la subcultura incel. A pesar de la evidencia pública, nadie detuvo lo que ocurriría.
Para conocer los términos usados por los incels en el mensaje de Lex Ashton, da clic en este enlace.

Una madre que sí alertó
De acuerdo con medios nacionales, la madre de Ashton llamó al 911 para advertir que su hijo había salido de casa armado rumbo al plantel.
La denuncia no evitó la tragedia. Poco después, Ashton atacó a Jesús Israel dentro del CCH Sur, lesionó a dos personas más y, al intentar huir, se lanzó desde un edificio, quedando herido en ambas piernas.
Actualmente permanece hospitalizado y bajo custodia policial, en espera de enfrentar cargos por homicidio calificado y lesiones.
Misoginia, incels y violencia escolar
El caso de Lex Ashton abre un debate urgente:
La normalización del odio contra las mujeres en comunidades digitales, donde los incels justifican agresiones y ven la violencia como “retribución”.
La falta de prevención institucional, pese a las señales en redes sociales y la alerta directa de la madre del agresor.
El miedo en la comunidad estudiantil, que reclama seguridad sin caer en estigmas, pero con protocolos claros de protección.
La tragedia en el CCH Sur no es un hecho aislado: se inscribe en una violencia estructural contra mujeres y jóvenes, que encuentra terreno fértil en internet y que, sin vigilancia ni contención, termina por estallar en espacios públicos.
Lex Ashton ya no es solo un nombre en redes: es un recordatorio de lo que ocurre cuando el discurso de odio se convierte en acción violenta, y de cómo las instituciones fallan en anticipar tragedias que pudieron evitarse.
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