"Lo único que me va a detener es que me devuelvan a mi hijo": La protesta que marca el cumpleaños de Jeshua Cisneros
En entrevista exclusiva, Luis Cisneros Arellano recuerda que su hijo Jeshua Cisneros Lechuga tiene sueños claros que todavía debe cumplir
Este 27 de diciembre, en lugar de pastel, velas y abrazos, hay pancartas, consignas y exigencias cargadas de angustia. Jeshua Cisneros Lechuga cumple 19 años, pero su cumpleaños se convirtió en una jornada de protesta, exigencia y memoria. A casi dos meses de su desaparición, sus padres, Luis Cisneros Arellano y Karla Lechuga, salen nuevamente a la calle para pedir lo único que les importa: que su hijo regrese.
“Lo único que me va a detener es que me devuelvan a mi hijo. Que me lo devuelvan. Ellos saben dónde está”, repite Luis Cisneros Arellano, con la voz quebrada pero firme en entrevista exclusiva con GuillermoOrtega.com. Asegura que no busca atacar a ningún partido político ni sacar ventaja de la tragedia. “Soy apartidista. No estoy aquí para atacar a nadie. Yo necesito a Jeshua”, insiste.
La noche de la desaparición
Jeshua desapareció la noche del 13 de noviembre de 2025. Ese día visitó a un amigo en la colonia Jardines de la Hacienda, en Cuautitlán Izcalli, donde vive su padre. De acuerdo con el testimonio familiar, alrededor de las 22:30 o 22:40 horas, el joven salió del domicilio y decidió caminar rumbo a Arcos del Alba, donde reside su madre. Nunca llegó.
El punto donde fue visto por última vez se encuentra en el Parque Industrial Cuamatla, a un costado de la autopista México–Querétaro, frente a empresas como Alpura y Gatorade. Luis Cisneros sostiene que su hijo no se perdió, sino que “se lo llevaron” en una zona que describe como un “municipio de terror”.
La familia asegura contar con testimonios y videos que apuntan a que Jeshua fue interceptado y sometido por policías, quienes incluso revisaron su mochila. En uno de los materiales a los que han tenido acceso, se observa la circulación de una patrulla de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y otra municipal en la zona.
Una búsqueda sin avances claros
A casi dos meses de la desaparición, la familia denuncia falta de avances concluyentes. Señalan que no existen líneas de investigación sólidas ni personal suficiente en la Fiscalía. Hasta ahora, se han realizado cuatro rastreos oficiales en ríos y zonas aledañas, sin resultados.
La Policía de Género de Cuautitlán Izcalli ha colaborado en la difusión de boletines, pero los padres insisten en que la respuesta institucional ha sido limitada. “Hay omisión”, acusa Luis Cisneros.
"No dicen nada. Es una es una omisión a lo que uno está solicitando. Te ignoran sobre eso, dicen: 'Vamos a trabajar', y cada que he hecho algún ruidito donde bloqueo algo, donde me paro en algún lugar, ahí me llaman a sentarnos al diálogo. Después del diálogo es como para calmarme un ratito. Me dicen 'quita a tu gente' y ya, otra vez se olvida. Así es, así trabajan. Sabemos que nuestras autoridades son personalidades que solicitan de nosotros cuando quieren estar en un puesto, ya que están en el puesto se olvidan totalmente de quién los puso ahí".
El padre, quien asegura haber trabajado en la Sedena, cuestiona los patrullajes, las bitácoras de servicio y el uso de cámaras corporales. Afirma haber recibido múltiples videos de policías estatales actuando de manera irregular en la misma zona durante el tiempo que su hijo ha estado desaparecido.
El cumpleaños convertido en protesta
Este 24 de diciembre, familiares, amigos, vecinos y colectivos de madres buscadoras se reunieron frente al Palacio Municipal de Cuautitlán Izcalli, alrededor de un árbol que se transformó en símbolo de resistencia. Ahí recordaron las cualidades de Jeshua y reiteraron el llamado a no dejar de buscarlo.
Karla Lechuga, su madre, lo resume con dolor: “No vamos a dejar de buscarlo, independientemente de lo que digan las autoridades”. Para ella, el cumpleaños de su hijo es un recordatorio brutal de la urgencia. “Nuestra familia no está completa”, dice.
También anunciaron una nueva concentración este 27 de diciembre a las 18:00 horas, frente a Alpura y Gatorade, en el mismo lugar donde el joven fue visto por última vez.
Como parte de la jornada, los padres convocaron a la ciudadanía y a las empresas de la zona a apoyar con donaciones para emitir un boletín de recompensa, con el objetivo de obtener información útil y verificada que permita localizar a Jeshua.
Denuncias, agresiones y presión social
La familia relata que, durante manifestaciones previas, fueron agredidos y acallados por grupos enviados a hacer ruido mientras ejercían su derecho a protestar. Luis Cisneros acusa omisiones tanto de autoridades como de empresas que, pese a ser de alcance nacional e internacional, no cuentan con cámaras de vigilancia funcionales en la zona.
Adelantó que se encuentran preparando acciones legales tanto por las agresiones sufridas como por las presuntas omisiones de policías y empresas, aunque evitó dar detalles para no entorpecer los procesos.
Un joven con sueños
Jeshua tiene sueños claros. Quiere incursionar en el freestyle profesional, participar en competencias, escribir música con sus amigos y grabar en un estudio. Estaba por ingresar a un curso intensivo de inglés en la UNAM, paso previo para decidir su futuro universitario.
“Era un niño de casa”, dice su padre. “No nos haría sufrir así”. Aunque han recibido reportes no confirmados de que “se le ha visto aquí o allá”, la familia insiste en que nada se ha comprobado, pero seguirán buscando en todos lados.
Un caso que refleja una crisis mayor
El caso de Jeshua Cisneros se suma a la crisis de desapariciones en México, marcada por la falta de recursos, personal y respuestas efectivas. Para sus padres, la presión social y mediática es clave para que las autoridades no abandonen la búsqueda.
Mientras tanto, su nombre sigue pronunciándose en voz alta. En cada pancarta, en cada consigna, en cada cumpleaños sin fiesta. Porque, como repite su padre, lo único que puede detenerlos es que Jeshua vuelva a casa.
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