Cierre de escuelas y suspensión de clases, otra consecuencia de la violencia en México

La violencia es un mal de muchas aristas que afecta grandemente a México, las consecuencias de las acciones del crimen organizado y todos los criminales en si lastiman a la población, en especial a los más vulnerables, quienes son víctimas colaterales de todo ello. Las infancias son un sector un tanto olvidado en esta situación y suelen ser afectadas en sus derechos, como el de la educación, según reporta la organización Mexicanos Primero, en un informe que detalla el cierre de escuelas o suspensión de clases como una de las caras del mal que aqueja a nuestro país. 

En lo que va del ciclo escolar 2024-2025, la violencia e inseguridad han causado el cierre, reducción de horarios o la migración de clases a la modalidad en línea en al menos 34 municipios de siete entidades del país. Estos hechos de violencia han afectado gravemente a las comunidades escolares, y han impedido que miles de niñas, niños y adolescentes continúen con su educación de manera normal.

Estados afectados por la violencia

Los estados más golpeados por esta crisis son Sinaloa, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Morelos, Tabasco y Baja California. En estos lugares, las escuelas han permanecido cerradas, cerrado de manera intermitente o los estudiantes simplemente no han asistido debido a balaceras cercanas, extorsiones a autoridades escolares, enfrentamientos entre grupos delictivos, y la colocación de narcomantas en planteles. Las familias enfrentan un dilema: enviar a sus hijos a escuelas en zonas de alto riesgo o mantenerlos en casa, perpetuando el rezago educativo.

Sinaloa es el estado más afectado. Desde el 9 de septiembre de 2024, la ola de violencia ha ocasionado el cierre de escuelas en varios municipios como Culiacán, Mazatlán, Ahome y Navolato. Durante las primeras semanas del ciclo escolar, más del 70% de los estudiantes en Culiacán y otros municipios de Sinaloa faltaron a clases debido a la inseguridad. Aunque la asistencia escolar ha mejorado parcialmente, aún existen cientos de escuelas cerradas, especialmente en áreas rurales como Eldorado y Culiacán.

Casos en otros estados

En Chiapas, se han registrado cierres de escuelas y ausentismo en municipios como Tuxtla Gutiérrez, Pantelhó, Chalchihuitlán y Chenalhó, debido a conflictos violentos que afectan tanto a las comunidades como a las instituciones educativas. En Guerrero, municipios como Coyuca de Benítez, Petatlán y Chichihualco han sufrido retrasos en el inicio del ciclo escolar por la violencia, y algunas escuelas en Chichihualco han estado cerradas durante todo un año debido a los constantes enfrentamientos.

En Michoacán, escuelas de municipios como Zitácuaro, Queréndaro, Tepalcatepec y Apatzingán también se han visto afectadas por la violencia, registrando cierres masivos al inicio del ciclo escolar, que continuaron en enero de 2025. Además, en Baja California, las escuelas de Tijuana, Ensenada y Tecate han sufrido cierres y ausentismo debido a la violencia.

Impacto en los estudiantes

Más allá del cierre de las escuelas, la violencia tiene un impacto profundo en el desarrollo socioemocional de los estudiantes. En lugar de concentrarse en su aprendizaje, las niñas, niños y adolescentes deben adaptarse a los protocolos de emergencia por balaceras y otros actos violentos. En Sinaloa, dos compañeros de escuela fueron víctimas del crimen organizado, lo que dejó secuelas emocionales profundas en la comunidad escolar, que aún deben ser atendidas.

Las familias también enfrentan la difícil decisión de dejar de enviar a sus hijos a clases en zonas de alto riesgo, lo que incrementa la deserción escolar. En algunos municipios, como Cuautla y Huitzilac en Morelos, la inseguridad ha obligado a reducir los horarios escolares en los turnos vespertinos, lo que afecta aún más la calidad educativa.

Llamado a la acción

Patricia Vázquez del Mercado, presidenta de Mexicanos Primero, hizo un llamado urgente a las autoridades locales, estatales y federales para que garanticen entornos escolares seguros. Señaló que la inseguridad en las escuelas es una crisis nacional que debe ser abordada de inmediato, ya que cada día que pasa sin soluciones concretas, más estudiantes pierden oportunidades de construir su futuro y el del país.

Mexicanos Primero subraya que invertir en la educación y garantizar condiciones de seguridad en las escuelas es la estrategia más eficaz para combatir la violencia a largo plazo. Es necesario que las políticas de seguridad pública y desarrollo social estén alineadas con el objetivo de ofrecer a los estudiantes espacios seguros para aprender y desarrollarse, sin el temor constante de ser víctimas de la violencia.

La educación debe ser vista como una herramienta fundamental para el desarrollo del país. Las escuelas deben ser espacios donde los estudiantes puedan soñar, crecer y construir su futuro. La violencia no puede seguir robándoles esa posibilidad, concluyó Vázquez del Mercado.

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