Dan el último adiós a Elena, la víctima más joven del descarrilamiento del Tren Interoceánico

Elia López 31 diciembre, 2025

La comunidad de San Pedro Comitancillo, en el Istmo de Tehuantepec, dio el último adiós a la pequeña Elena, quien murió tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico

 ©Cuartoscuro/Especial - Dan el último adiós a Elena, niña de 6 años que murió tras descarrilamiento del Tren Interoceánico.

En medio del dolor, la comunidad de San Pedro Comitancillo, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, dio el último adiós a Elena Solorsa Cruz, la niña de seis años que murió la vida en el trágico descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido el pasado domingo.

La pequeña, que viajaba acompañada de su abuela y otros familiares, fue una de las 13 víctimas mortales del accidente.

El dolor de la comunidad

Y es que en San Pedro Comitancillo sigue de luto, y el dolor por la pérdida de Elena, la víctima más joven del accidente, no cesa. La comunidad entera se une para ofrecer consuelo a los padres de Elena y alentar la pronta recuperación de los sobrevivientes.

Con solidaridad y amor, los vecinos, amigos y familiares se comprometen a mantener viva la memoria de Elena, la niña que soñaba con viajar en tren y cuya vida fue arrebatada en una tragedia que sigue siendo difícil de asimilar.

Un sueño interrumpido

De acuerdo a su profesora Amisadait Santiago Rasgado, el sueño de Elena era viajar en tren.

"Ella tenía el sueño de viajar en el tren”, recordó en medio de la tristeza la profesora de Elena.

Sin embargo, ese anhelo se vio truncado en una tragedia que afectó no solo a su familia, sino a toda la comunidad. Elena, conocida por su alegría y su espíritu solidario, fue recordada con cariño por su maestra del primer grado de primaria, Amisadait Santiago

“Ella era el ángel de su hogar, el ángel de la escuela, del salón. Era una niña que ya leía, escribía y me ayudaba en todo”, comentó la profesora entre sollozos.

Dan último adiós a Elena

En la iglesia de San Pedro Mártir, se celebró el martes una misa en honor a Elena, donde amigos, familiares y vecinos le dieron el último adiós.

La ceremonia estuvo llena de tristeza, pero también de muestras de solidaridad. Cientos de habitantes del pueblo acudieron al servicio funerario, muchos de ellos vestidos de blanco y con globos blancos, como un símbolo de amor y respeto hacia la pequeña.

El cortejo fúnebre recorrió las calles del pueblo en completo silencio, con una comunidad que, en luto, acompañó a los padres de Elena, Eduardo y Belén, hasta su última morada. Aristóteles, un vecino de la localidad, compartió el dolor colectivo.

“La tristeza es evidente, el pueblo está de luto, es una tragedia”, lamentó.

Una familia afectada por la tragedia

Elena viajaba junto a su abuela, tía, hermana y dos primos. Tras el accidente, todos los familiares resultaron lesionados, siendo trasladados a hospitales cercanos. La abuela de Elena, quien sufrió heridas graves, sigue hospitalizada en la capital oaxaqueña.

La hermana de Elena fue dada de alta. No obstante, la familia enfrenta no solo el duelo por la pérdida, sino también la incertidumbre por el estado de salud de los sobrevivientes.

En su escuela “Juan B. Toledo”, la maestra de Elena, no pudo contener las lágrimas al recordar la pequeña.

"Era mi niña, mi ayudante, mi ángel", dijo entre sollozos, refiriéndose a la brillantez y el amor que Elena tenía por el aprendizaje. Sus compañeros también la extrañan profundamente, y su ausencia deja un vacío en la comunidad escolar.

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