Del campo al aumento de importación: ¿qué pasa con el maíz blanco en México?
El Gobierno dice que hay maíz suficiente, pero las importaciones de maíz se disparan 253%

Mientras el Gobierno federal asegura que el abasto nacional de maíz blanco está garantizado para este 2025, las importaciones del grano básico crecieron 253% durante el primer semestre del año, un aumento que pone sobre la mesa las contradicciones en la política agroalimentaria del país.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, afirmó este sábado que, a pesar del repunte en las compras al extranjero, “la autosuficiencia alimentaria en maíz blanco está asegurada”. En un comunicado publicado en su cuenta de X, el funcionario destacó que la cosecha en Sinaloa, uno de los estados clave en la producción nacional, superó los 2 millones de toneladas.
Según cifras de la Oficina de Representación Federal de la Secretaría de Agricultura en Sinaloa, el estado cuenta con 214,750 hectáreas sembradas de maíz blanco, de las cuales el 85 % ya fue cosechado. El rendimiento promedio ha sido de 10.28 toneladas por hectárea, lo que permitirá cerrar el ciclo con una producción estimada de 2.2 millones de toneladas.
A esa cantidad se suma la producción nacional del ciclo primavera-verano 2024, calculada en 18.5 millones de toneladas. De acuerdo con Berdegué, el total superará los 20 millones de toneladas necesarias para garantizar el consumo nacional.

¿Entonces por qué se importa tanto?
Pese al optimismo del Gobierno, el más reciente informe del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) dibuja un panorama diferente. La organización reportó que entre enero y junio de este año, las importaciones de maíz blanco desde Estados Unidos alcanzaron las 586,400 toneladas, una cifra sin precedentes en los últimos años y que representa un incremento del 253 % respecto al mismo periodo de 2024.
El GCMA atribuye este fenómeno a una “ventaja en precios” que hace más competitivo el maíz estadounidense frente al nacional, en un contexto donde los productores mexicanos enfrentan mayores costos, poca certidumbre en la comercialización y los embates del cambio climático.
Además, el grupo consultor prevé que la producción final de maíz blanco en Sinaloa sea menor a los dos millones de toneladas, una caída considerable respecto a los 6 millones cosechados en 2024, lo que pondría en duda la suficiencia nacional para cubrir la demanda.
Sequía, precios y crisis estructural
El aumento en las importaciones ocurre en un país que depende del maíz blanco para elaborar su alimento base: la tortilla. Y también en medio de una severa sequía, especialmente en el norte, que ha dejado campos improductivos, ganado muerto y comunidades sin agua potable.
Esta situación crítica ha obligado a los agricultores a reducir o abandonar sus cultivos. Mientras tanto, la política de autosuficiencia alimentaria —una de las banderas del gobierno federal— enfrenta serios cuestionamientos.
Analistas del sector agrícola señalan que, más allá del volumen cosechado, es necesario garantizar precios justos, apoyos técnicos y esquemas de comercialización eficaces para los productores nacionales, de lo contrario, la dependencia del exterior podría volverse estructural.