Durante años buscó a su hijo desaparecido; su cuerpo fue donado al IPN
La lucha de Laura Cabañas por encontrar a Julio César fue ardua, pero finalmente lo logró
Durante tres años la señora Laura Cabañas vivió un infierno tras la desaparición de su hijo Julio Cesar, se convirtió en una madre buscadora y emprendió una cruzada para encontrarlo y aunque lo encontró, su indignación es muy grande debido a que en los últimos 10 meses el cuerpo de su hijo estuvo en la Escuela de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Debido a que el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (INCIFO) tiene un convenio con universidades para entregar cuerpo no identificados ni reclamados para estudio, se entregó el de Julio César, quien fue encontrado muerto en enero de 2024, en un camellón de la alcaldía Coyoacán, tenía huellas de tortura (quemaduras de cigarro y amarre en tobillos), además su madre dice que presentaba inanición.
La Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas solicita su valiosa colaboración para dar con el paradero de:
— Comisión de Búsqueda del Estado de Coahuila (@cbecoahuila) November 29, 2022
*** JULIO CÉSAR CERVANTES CABAÑAS ***
Cualquier información sobre su paradero comunícate vía #inbox o a los teléfonos que aparecen en la ficha. pic.twitter.com/HCUMno6FVR
La desaparición
Julio César desapareció el 20 de septiembre de 2021 en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, su desapaprición se denunció de manera adecuado, sin embargo, no se realizó la confrontación genética correspondiente, pese a que Laura y el papá de la víctima entregaron ADN poco tiempo después de la denuncia..
Se abrió una carpeta de investigación por desaparición forzada por particulares, mientras las autoridades realizaban su parte, Laura viajaba a los Servicios Médicos Forenses (Semefos) de otros estados buscando a su hijo. Le indigna que desde hace 10 meses fue encontrado y su dolor no cesaba. En tanto, el cuerpo de Julio César era estudiado, se lo entregaron en condiciones deplorables.
“Es inaceptable que mi hijo haya estado en manos de la Escuela de Medicina, mientras yo lo buscaba incansablemente", expresó con tristeza y rabia al salir del INCIFO, mientras el féretro con los restos de su hijo era trasladado para ser velado y enterrado en el Panteón Dolores.
"Me dicen que los cuerpos no identificados se entregan a las universidades para investigación. ¿Qué pasaría si su familiar fuera uno de esos cuerpos? Es una vergüenza que en este país, con toda la información que teníamos, haya sido necesario esperar más de tres años para que me entregaran a mi hijo", añadió Laura.
Demandas de justicia y respuestas
Jacqueline Palmeros, integrante del colectivo Una Luz en el Camino, expresó su preocupación por la situación y señaló que las instituciones forenses del país deben rendir cuentas sobre la falta de identificación de los cuerpos de personas desaparecidas. "No podemos seguir sacando cuerpos de las fosas sin saber quiénes son. Es necesario que las autoridades hagan su trabajo con seriedad, que se identifiquen los cuerpos y que se haga justicia por cada uno de estos casos", apuntó Palmeros.
Mientras tanto, Laura Cabañas continúa su lucha por justicia. "Mi hijo no fue un objeto, no era una pieza de laboratorio. Pido a las autoridades que investiguen a fondo lo que ocurrió, quiénes son los responsables de su desaparición y por qué se le trató de esta manera", demandó la madre, quien finalmente pudo darle sepultura a su hijo, aunque con el dolor de no haber obtenido respuestas claras sobre las circunstancias de su desaparición y muerte.
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