El hijastro de Sheinbaum revive íntima historia familiar y abre debate sobre la eutanasia
Rodrigo Ímaz, hijastro de la presidenta mexicana, lanzó un documental en donde plantea la muerte con dignidad

Montserrat Gispert se exilia de Barcelona a México en 1937 huyendo de la dictadura franquista de España. Casi 90 años después, su nieto Rodrigo Ímaz, hijastro de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, narra en el documental “Àvia, el jardín de la memoria” la historia de los primeros refugiados españoles en el país, a través de la vida de su abuela.
“Asistimos actualmente a una era de inmigraciones en el mundo. Esta migración en particular fue muy especial. El gobierno de Lázaro Cárdenas recibió y acogió con los brazos abiertos (a los españoles) y les dieron dinero para sobrevivir, escuelas y una serie de herramientas para poder arraigarse a esta tierra”, dijo en entrevista con EFE en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), sobre los exiliados durante la Guerra Civil española.
En sus últimos días, Montserrat repasa junto a su nieto la llegada a un país desconocido, la renuncia a la nacionalidad española, así como el deseo de pedirle que le ayude a recibir la eutanasia.
Memoria, identidad y reconciliación
Para el cineasta, que debuta en el largometraje a sus 43 años con este documental, la cinta es una muestra de lo que significó la “conciliación” del exilio republicano y “la identidad originaria del mexicano”, así como “la conquista violenta entre España y México”, una herida abierta y “no resuelta del todo”.

Desde carpinteros hasta intelectuales, miles de españoles llegaron a México debido a las políticas de integración del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), lo que permitió la llegada del abuelo de Ímaz, un médico al que siempre le pareció “curioso” que lo persiguieran por lo que le enseñaron a hacer: “salvar vidas de personas”.
El largometraje tuvo su estreno este fin de semana en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el más importante de México, que revelará a sus ganadores este viernes.
Eutanasia y vida digna
Aunque el cineasta pretendía revisitar la infancia y las memorias de su abuela, la muerte de Montserrat Gispert en 2022 cambió el tono de la película. Con este documental, el artista busca poner “su granito de arena para abrir la conversación sobre la eutanasia”, que a diferencia de países como Ecuador, Colombia y recientemente Uruguay, aún es ilegal en México.
“De pronto el documental adquiere una dimensión que tiene que ver con otro exilio, que es el del fin de la vida, el cómo te vas de este planeta de manera digna”, sostiene Ímaz, hijo del primer marido de Sheinbaum, Carlos Ímaz Gispert, y quien se crió con la actual mandataria, que lo considera como propio.
“El derecho a decidir sobre la vida”
Para el nominado al Ariel en 2018 por su cortometraje “Perros”, es llamativo que el artículo segundo de la Constitución de la Ciudad de México reconozca el derecho a vivir con dignidad y amor, pero todavía se tenga que realizar la eutanasia “a escondidas, de manera ilegal”, cuando debería ser un derecho a decidir sobre la vida.
“La idea central de la película está en la dignidad. Ella describe una vida digna y de pronto dice: ‘Yo ya tuve una vida digna y ya me quiero ir’”, expone.
Una despedida con alivio y amor
Aunque el filme trata sobre su abuela, Ímaz nunca quiso hacer un trabajo “personalísimo que sólo gustara a sus nietos”, sino una reflexión universal sobre la muerte, la memoria y el amor.
“Había la intención de que su muerte fuera un alivio, porque fue un alivio para ella y también lo fue para mí. Lo digo con mucha sinceridad. Yo fui su cuidador principal y fue extenuante. Fue un alivio saber que no iba a sufrir más”, confesó el cineasta.