¿Es posible cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América?
Esta medida busca destacar el papel predominante de Estados Unidos en la región
El presidente Donald Trump ha generado controversia al firmar un decreto en su primer día de mandato que inicia el proceso para cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”. Según Trump, esta medida busca destacar el papel predominante de Estados Unidos en la región y recuperar lo que llamó “el lugar legítimo de nuestra nación como líder mundial”.
“Estados Unidos reclamará su lugar como la nación más grande, poderosa y respetada de la Tierra, inspirando asombro y admiración en todo el mundo”, declaró Trump durante su discurso inaugural como el 47º presidente. En su visión, el cambio de nombre sería "hermoso" y "apropiado", asegurando que Estados Unidos “hace la mayoría del trabajo en la zona”.
Respuesta de México: Propuesta de renombrar el suroeste de EE.UU.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió de manera enérgica, calificando la propuesta de Trump como una acción unilateral que ignora siglos de historia. “El nombre de Golfo de México es reconocido internacionalmente y ha estado vigente desde antes de la independencia de Estados Unidos”, afirmó. En tono sarcástico, propuso renombrar el suroeste de Estados Unidos como “América Mexicana”, recordando que territorios como Texas y Florida formaban parte de México hasta el siglo XIX.
¿Es posible cambiar el nombre del Golfo de México?
Aunque Trump puede proponer el cambio ante la Junta de Nombres Geográficos (BGN, por sus siglas en inglés), el proceso enfrenta múltiples obstáculos. La BGN, un organismo del Servicio Geológico de Estados Unidos, se encarga de evaluar y aprobar cambios en nombres geográficos dentro del país, pero solo acepta propuestas con razones “convincentes”. Además, históricamente prioriza el uso y aceptación a nivel local e internacional.
El precedente más reciente de un cambio similar ocurrió en 2015, cuando el presidente Barack Obama renombró el monte McKinley como Denali, en reconocimiento a los pueblos nativos de Alaska. Trump, sin embargo, se opuso en su momento y ha incluido en su decreto la revocación de esa decisión.
El peso histórico del Golfo de México
El Golfo de México es mucho más que un cuerpo de agua. Desde antes de la llegada de Cristóbal Colón, ha sido una ruta clave para el comercio, el asentamiento de civilizaciones prehispánicas y la conexión cultural entre continentes. Su nombre apareció por primera vez en mapas españoles en el siglo XVI, mucho antes de la fundación de Estados Unidos, y está registrado ante organismos internacionales.
La importancia del golfo trasciende fronteras. Conecta a México, Estados Unidos y Cuba, y es un punto estratégico para el comercio internacional, la biodiversidad marina y la industria petrolera.
Reacciones internacionales
Organismos como la Organización Hidrográfica Internacional (IHO) y la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar podrían intervenir en el caso, aunque no tienen la última palabra en disputas por nombres geográficos. La cooperación entre las naciones involucradas será crucial para cualquier resolución.
Mientras tanto, figuras como Hillary Clinton se mostraron escépticas ante la propuesta. Durante el discurso inaugural de Trump, las cámaras captaron a la exsecretaria de Estado riendo ante el anuncio.
Lo que está en juego
De ser aprobado, el cambio sería oficial en los mapas y comunicaciones federales de Estados Unidos, pero México y Cuba no estarían obligados a aceptarlo. Este escenario podría generar tensiones políticas y diplomáticas, especialmente considerando que el nombre actual del golfo es un símbolo histórico compartido por las tres naciones.
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