Hugo, el hombre que con una chamarra sobrevivió sin una quemadura a la explosión en Iztapalapa

Metzli Escalante 13 septiembre, 2025

“No le tocaba”: la increíble historia de Hugo, el hombre ileso tras la explosión en Puente de la Concordia

 ©Especial. - Hugo en la explosión de Iztapalapa.

El caos se apoderó de Iztapalapa la tarde del 10 de septiembre, cuando una pipa de gas LP volcó y explotó bajo el Puente de La Concordia, en la Calzada Zaragoza. Las llamas alcanzaron a decenas de automovilistas, transeúntes y comerciantes. En medio del desastre, un hombre llamado Hugo, vendedor de hamburguesas, se convirtió en un inesperado símbolo de esperanza: sobrevivió sin una sola quemadura gracias a una chamarra y a su rápida reacción.

El momento de la explosión

Hugo conducía rumbo a su negocio cuando notó que una nube de gas blanco comenzaba a expandirse. Sin tiempo para huir, tomó una decisión desesperada: se pasó a la parte trasera de su camioneta, se cubrió con una chamarra y esperó el impacto.

El estallido arrasó con todo a su alrededor. Su vehículo quedó reducido a cenizas, pero él salió ileso. “Me agaché en el piso y me envolví con la chamarra”, contó después, aún incrédulo.

Horas más tarde regresó al lugar, ya con las llamas controladas, para recuperar lo que quedaba de sus pertenencias y mercancía de hamburguesas. Su camioneta, completamente calcinada, contrastaba con su cuerpo intacto.

 ©Captura de pantalla. - Vehículo de Hugo tras la explosión.

Una tragedia que paralizó a la Ciudad de México

El siniestro ocurrió a las 14:20 horas del miércoles 10 de septiembre. La pipa transportaba alrededor de 49 mil 500 litros de gas LP y, tras volcarse, una fuga en la línea de distribución derivó en la explosión.
Las consecuencias fueron devastadoras: al menos seis personas murieron, 90 resultaron heridas —entre ellas bebés, adultos mayores y peatones—, y decenas de vehículos quedaron destruidos. El conductor de la pipa sobrevivió, pero fue hospitalizado en estado grave.

Testigos relataron que las llamas parecían devorarlo todo. Automóviles, autobuses y comercios ardieron en segundos, mientras personas corrían desesperadas para salvar su vida.

El “milagro” de Hugo

Las imágenes difundidas por N+ muestran el vehículo de Hugo reducido a cenizas, mientras él aparece ileso. Su historia rápidamente se viralizó en redes sociales, donde muchos la calificaron como un milagro: “Es simple, no le tocaba, presenció la muerte y la libró”, escribió un usuario en X.

Más allá de la fe o las coincidencias, especialistas señalan que su reacción inmediata creó un escudo improvisado contra el calor extremo y las explosiones secundarias. La chamarra, sumada a su instinto, marcó la diferencia entre la vida y la muerte.

@ssuperrichardpavone Los milagros existen🙏 Hugo se salvó de milagro de la explosión de la pipa en La Concordia (#Iztapalapa): se cubrió con su chamarra dentro de su coche, salió ileso, volvió por sus cosas y espera ayuda de su seguro. 6 muertos y +70 heridos reportados. 😔 #Explosión #LIVEIncentiveProgram #LIVEStory #PaidPartnership ♬ sonido original - Ssuper Richard

Explosión en Iztapalapa: por qué también me afectó emocionalmente aunque no estuve ahí

La explosión en Iztapalapa no solo dejó víctimas directas: también sacudió emocionalmente a miles de personas que siguieron el hecho a través de videos y noticias. Muchas y muchos reportaron sentimientos de angustia, impotencia o miedo, aun sin haber estado presentes.

El psicólogo Miguel Soto explica que este fenómeno se llama ansiedad vicaria o trauma vicario, una reacción natural de empatía que puede provocar síntomas como pesadillas, hipervigilancia, ansiedad y hasta depresión.
La UNAM detalla que esta afectación emocional puede tener consecuencias en la salud mental, las relaciones personales y el desempeño laboral si no se atiende a tiempo.

Cómo cuidarnos después de una tragedia colectiva

Especialistas recomiendan:

  1. Validar las emociones: reconocer que la tristeza o miedo son reales y legítimos.

  2. Compartir lo que sentimos: hablar con amigas, amigos o familiares para liberar tensión emocional.

  3. Transformar la empatía en acción: apoyar con donaciones, acompañamiento o difusión de información útil.

  4. Practicar autocuidado activo: dormir bien, ejercitarse, mantener hábitos saludables.

  5. Buscar ayuda profesional: acudir a terapia cuando los síntomas interfieren con la vida cotidiana.

La explosión de la pipa en Iztapalapa nos recuerda que las tragedias colectivas marcan no solo a las víctimas directas, sino también a quienes observamos y sentimos desde lejos. La historia de Hugo, el hombre que sobrevivió ileso con una simple chamarra, se convirtió en un rayo de esperanza entre tanta desolación.

Hablar de lo que sentimos, cuidarnos y acompañarnos es un acto de resistencia y cuidado colectivo. Porque, aunque no se estuviera físicamente en Iztapalapa aquel 10 de septiembre, de una u otra manera la explosión también nos tocó.

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