La historia de Lai Chang Wong, quien llevaría el narcotráfico a Culiacán
El médico chino tejió redes que le ayudaron con el tráfico de opio, logrando hacer de tres estados mexicanos el lugar donde el crimen organizado tiene mayor operación
El narco en México es un fenómeno que ha trascendido fronteras internacionales, hombres que tuvieron orígenes humildes se convirtieron en capos poderosos, buscados por la justicia, en algunos casos incluso internacional. Pero, ¿cómo fue que el narco se enraizó en el país? Una de las realidades es que la narcocultura ha permeado en toda la sociedad, lo que hace que combatir al crimen organizado sea más difícil.
Pues bien, uno de los lugares donde el narco ha tenido mayor presencia es Culiacán, en el estado de Sinaloa, dicha entidad, junto a Durango y Chihuahua son parte del conocido Triángulo Dorado, un lugar donde las operaciones del crimen organizado resaltan grandemente y con ella la violencia.
Este enclave fue el lugar de nacimiento de algunos de los narcotraficantes más infames del país, entre ellos Joaquín "El Chapo" Guzmán, Ismael "El Mayo" Zambada, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.
Sin embargo, los orígenes del tráfico de opio en la región tienen raíces más antiguas, remontándose a las primeras décadas del siglo XX, cuando los migrantes chinos introdujeron la industria del opio en la zona.
El historiador Benjamin T. Smith, en su obra La Droga: la verdadera historia del narcotráfico en México, señala que los chinos, asentados en Sinaloa, Durango y Chihuahua, fueron los primeros en establecer una infraestructura para la producción de opio. Entre los pioneros de esta actividad destaca Lai Chan Wong, un médico chino que desempeñó un papel crucial en el desarrollo de esta industria.
¿Quién era Lai Chan Wong?
Nacido en 1869 en Hong Kong, Wong emigró a México tras huir de su país por un escándalo personal. Antes de su llegada, vivió en San Francisco, Estados Unidos, donde adquirió conocimientos de medicina. Al estallar la Revolución Mexicana en 1910, Wong se unió al ejército como médico, dedicándose a curar a los revolucionarios. Sin embargo, tras recibir un disparo, se trasladó a las afueras de Culiacán, en Sinaloa, donde adoptó el nombre de José Amarillas tras convertirse al cristianismo.
En 1927, Wong se instaló en Badiraguato, el mismo municipio donde años más tarde nacería Joaquín "El Chapo" Guzmán. Allí abrió un consultorio médico y comenzó a usar goma de opio, extraída de las amapolas que cultivaba en su propio terreno, para tratar las heridas de los habitantes de la región. Su habilidad para manejar el dolor a través del opio le permitió ganarse la confianza de la comunidad, mientras revolucionaba la producción y distribución de la droga, que llegó a ser conocida como el "oro negro".
El auge del opio
El auge del opio en la región fue impulsado por la colaboración entre Wong y el cacique sonorense Melesio Cuen Cázares. Juntos, establecieron la primera red de producción de opio en el Triángulo Dorado. Cuen, quien era cercano a Wong y llegó a ser presidente municipal de Badiraguato en tres ocasiones, usó su influencia política y sus conocimientos farmacéuticos para ampliar el alcance de la producción. A través de un grupo de inversionistas, suministraron semillas de amapola a los campesinos locales y les enseñaron a cosechar la goma de opio, creando así una próspera industria en la región.
La industria del opio en el Triángulo Dorado alcanzó su apogeo en los años 40, impulsada por la demanda de opio para la producción de medicamentos durante la Segunda Guerra Mundial. El historiador Smith sugiere que Wong incluso pudo haber estado vinculado a un plan del gobierno estadounidense para fomentar el cultivo de amapola en las sierras de Sinaloa, con el objetivo de proveer opio a las fuerzas militares de Estados Unidos.
A medida que la producción creció, Cuen y Wong comenzaron a involucrar a figuras locales en su red de distribución, incluidos familiares de futuros capos del narcotráfico como Rafael Fonseca y Fidel Carrillo. De esta manera, sentaron las bases para lo que, décadas más tarde, se convertiría en uno de los epicentros del narcotráfico en México.
Con estos antecedentes, se puede establecer que el tráfico de opio en México está íntimamente ligada a figuras pioneras como Wong y Cuen, quienes no solo introdujeron la droga en el país, sino que crearon una infraestructura que influiría en el desarrollo del narcotráfico en el Triángulo Dorado, región que hasta la fecha sigue siendo clave en el tráfico de drogas.
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