Nueva prueba sacude el Caso Manzo: balística revela que escolta disparó con su propia arma

Alejandra Jiménez 19 diciembre, 2025

Un peritaje balístico independiente reveló una contradicción clave en la versión oficial del asesinato del alcalde de Uruapan

 ©Especial - Una prueba forense privada desvela que el casquillo clave en el asesinato del alcalde de Uruapan corresponde a un arma distinta a la del atacante.

El Caso Manzo enfrenta un nuevo punto de quiebre tras revelarse que un casquillo dorado, fundamental en la escena del crimen, no coincide balísticamente con el arma del agresor, como sostiene la Fiscalía General del Estado de Michoacán, encabezada por Carlos Torres, sino con el arma de un escolta, según un dictamen pericial independiente.

El casquillo que lo cambia todo: la prueba balística clave

El eje de la controversia es el indicio número 9, un séptimo casquillo localizado en una jardinera donde se produjo un forcejeo tras el ataque ocurrido el 1 de noviembre en la plaza principal de Uruapan.

De acuerdo con el expediente oficial, en el lugar se recuperaron seis casquillos grises con la leyenda “Luger Mon”, atribuidos al arma del adolescente que disparó contra el alcalde Carlos Manzo.

Sin embargo, el casquillo correspondiente al disparo que mató al agresor es dorado, con la leyenda “Águila”, una discrepancia que encendió las alertas de la defensa.

Dictamen forense contradice versión de la Fiscalía

El criminalista privado, contratado por la defensa, realizó un análisis microscópico de las estrías balísticas, marcas únicas que deja cada cañón al disparar.

El resultado fue contundente:

  • Los seis casquillos grises presentan una marca en forma de “C”, característica de una pistola Pietro Beretta calibre 9 mm, atribuida al homicida.

  • El casquillo dorado no comparte esa huella, lo que indica que provino de un arma distinta.

Para la defensa, esta diferencia invalida la tesis de que una sola arma estuvo involucrada en el enfrentamiento.

Fiscalía sostiene su postura pese a la evidencia científica

Pese al nuevo dictamen, el fiscal Carlos Torres reiteró públicamente su versión. En conferencia del 28 de noviembre, afirmó:

“Fue la misma arma. Ellos traen una prueba pericial, se respeta. Será el juez el que determine”.

La respuesta provocó la reacción del abogado Carreón, quien retó al fiscal a justificar su postura con argumentos científicos y no solo administrativos.

Escoltas enfrentan penas de hasta 50 años

La defensa sostiene que la teoría de la “misma arma” es clave para imputar a los escoltas por dolo y omisión, cargos que podrían derivar en penas de 20 a 50 años de prisión.

Argumentan que el ataque duró apenas 1.5 segundos, tiempo insuficiente para reaccionar de otra manera, y subrayan que la escolta Monserrat Hernández resultó lesionada por un rozón de bala al intentar proteger al alcalde, hecho documentado en su expediente médico pero, aseguran, ignorado por el juez.

Crisis de credibilidad en una investigación de alto impacto

Esta nueva prueba en el Caso Manzo evidencia una contradicción irreconciliable entre el peritaje independiente y la versión oficial, lo que no solo debilita las conclusiones preliminares, sino que siembra dudas sobre la transparencia, rigor técnico y credibilidad de la investigación del magnicidio del alcalde de Uruapan.

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